❄️ CAPÍTULO 1 ❄️

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DÍAS DE ACTUALIZACIÓN: MARTES Y JUEVES

Si no habéis leído las advertencias en la descripción, id a hacerlo. Este libro tiene algunos temas sensibles que pueden resultar ser desagradables para algunxs de vostrxs.

Dicho esto... Disfrutad, mis amores ❤️

LIVVIE

Hoy es un día extremadamente tranquilo. Mi rutina es la misma que los días y meses anteriores, pero interiormente me siento serena; algo que hace algún tiempo no me ocurría. Es una sensación seminueva para mi.

Tan solo quedan las últimas horas de la tarde y solo espero que el día restante me de tregua para terminarlo como lo he empezado: sin más preocupaciones a parte de las comunes y sin ningún disgusto.

Me despido de mi mejor amiga Deborah y salgo del edificio en dirección a la parada de autobús. Mi transporte ya está aparcado, puntual como siempre. Es muy agradable no tener que esperar demasiado tiempo bajo el techado de metal junto a numerosos cuerpos más. Además, son largos minutos de frío que nos ahorramos.

Con un movimiento sutil de cabeza, saludo al conductor y me dirijo hacia los últimos asientos, donde me gusta ponerme la mayoría de veces para aislarme de los demás, colocarme los auriculares y desconectar de cualquier pensamiento durante los veinte minutos que tardamos en llegar a nuestro pequeño y precioso pueblo.

El trayecto se me hace corto, y más pronto que tarde me encuentro andando por las calles nevadas en dirección a mi casa.

El invierno aún no ha entrado, ni siquiera estamos en diciembre, pero el mal tiempo ya se instaló hace unas semanas. Tan solo tenemos dos meses de tregua; solo el tiempo que dura el verano. De todos modos, no suelen ser veranos calurosos, mucho menos intensos. Son agradables para poder hacer otro tipo de planes, aunque la gente como yo, que llevamos toda la vida viviendo aquí, estamos acostumbrados a los diez meses de frío, nubes, lluvia, nieve, tormentas y heladas.

En cuanto abro la puerta de casa, mi perro se lanza sobre mi cuerpo y empieza a lamerme la cara, sin dejar de menear la cola en ningún momento. Me río y lo abrazo como si fuera una persona, ya que tiene las patas sobre mis dos hombros.

– Yo también te he echado de menos, Coco – le estrujo con cariño su pelaje – Mañana nos vamos a ir a dar un paseo muy largo. Te lo prometo.

En cuanto le hago unas caricias más, se aleja de mi y se va al jardín interior a revolcarse en la poca nieve que se está formando sobre las plantas ya marchitas.

Me quito las primeras capas de ropa que llevo y dejo la mochila en mi habitación para poder ir al salón más cómoda.

– Papá, he llegado – entro en el salón con una sonrisa.

– Coco nos ha avisado – asiente con una risa.

– ¿Qué haces aquí? - me acerco a mi hermano, que está sentado al lado de papá en el sofá grande.

– Yo también me alegro de verte, Livvie. Aunque prefiero que me recibas con un hola, buenas tardes, qué tal o como estás.

Cojo el primer cojín que tengo a mano y se lo estampo en la cara por haberme hablado con esa clase de sarcasmo y altanería.

Como esperaba, me devuelve los golpes y me hace cosquillas hasta que se me saltan las lágrimas de risa, dolor y desesperación.

– ¡Eddie! - chillo - ¡Basta!

– Tendrás este merecido cada vez que me recibas con tan poca ilusión.

– No te esperaba aquí – me tranquilizo y me siento a su lado - ¿Cómo estás?

– Bien. Solo he venido a hablar con papá sobre algo.

AMOR ATREVIDO E INGENUO [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora