🍃 CAPÍTULO 34 🍃

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TYSON

El aeropuerto se está convirtiendo en un lugar reconocido para mi. Falta una semana para el juicio que tiene mi amigo, y he querido estar presente porque también es algo muy importante para mi. Necesito saber de primera mano que lo declaran inocente, al igual que quiero ver con mis propios ojos como la justicia sirve y está para algo.

– ¡Tyson!

– ¡Neizan, hermano!

Suelto la maleta a un lado y lo abrazo con fuerza. Comienzo a toser cuando golpea mi espalda con más fuerza de lo normal, como siempre que nos vemos. Algún día, nos haremos pedazos.

– Cabrón – me río, empujándolo - ¿Qué me tienes preparado?

– Un par de hostias. ¿Qué te traes con Deborah y Lexie? - pregunta, mientras coge mi maleta y echamos a andar hasta la zona del aparcamiento exterior.

– Hostia, tío, están vengativas, ¿eh? Sinceramente, podía esperármelo. Pero en ningún momento le prometí nada a ninguna. Vale, sí, a ambas les dije que volvería para... para culminar – me encojo de hombros – Pero de ahí a que conspiren contra mi...

– No sé yo si mandarte un vídeo enrollándose se puede clasificar como conspiración.

– Más bien como provocación – asiento, tragando saliva – Estoy aquí por ti, y lo sabes. Pero un motivo secundario muy importante es hablar con ellas.

– Otra cosa es que ellas quieran hablar contigo.

– Habrá que intentarlo.

Cuando Lexie me mandó ese vídeo, pasaron tres cosas. Me ahogué con mi propia saliva hasta estar a punto de morir, me cabreé por vivir tan lejos y no poder hablar inmediatamente con ellas viéndoles las caras, y... me toqué.

Pues claro que me toqué. Soy un baboso, un asqueroso y un puerco, pero también soy humano, con muchas fantasías por cumplir y con las hormonas por las nubes. Me pusieron a cien, no puedo mentir.

Y aunque no le di a la zambomba viendo el vídeo expresamente... si que lo hice con la imagen de ellas en mi cabeza. Todavía no se me olvidan la forma en la que se besaron, la forma en la que se tocaron y la forma en la que se miraron.

– Te estás empalmando – mi amigo se ríe, en el asiento del conductor.

– No he vuelto a hablar con ellas desde aquel día, y las muy jodidas me tienen cachondísimo a todas las horas del día. He saciado mis necesidades con muchas tías cuando he salido de fiesta, pero, joder, Neizan, ni con esas.

– No me quiero imaginar la sorpresa que se llevarán cuando te vean aquí.

– No les digas nada, ni siquiera a Livvie. Quiero interceptarlas cuando menos se lo esperen y quiero dejarlas sin tiempo de reacción para que no conspiren contra mi.

– Esta noche la van a pasar juntas en casa de Lexie. Preséntate en su casa.

– Lo haré – me froto las manos, con ansias – Sin duda, lo haré.

El resto del camino lo pasamos hablando de Livvie y los nuevos acontecimientos que han habido después de que Neizan se marchara de Grecia. Me parece de puta madre que se estén viendo a escondidas, porque yo tampoco habría respetado la ley si ya me hubiese fallado una vez. Les han puesto una medida acojonantemente dura, así que no me extraña que no se hayan podido aguantar. Yo los animo, siempre y cuando tengan cuidado y sus acciones no repercutan para la decisión que tienen en manos los jueces para su futuro.

– ¿Te apetece salir de fiesta o estás muy cansado? - pregunta.

– ¿Cuando he dicho que no a una fiesta? - enarco una ceja, mirándolo tumbado desde su cama. Ya me ha enseñado su casa en cuanto hemos llegado y llevamos media hora tumbados, hablando y sin hacer nada – Cuenta conmigo.

AMOR ATREVIDO E INGENUO [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora