❄️ CAPÍTULO 23 ❄️

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LIVVIE

Me incorporo de la cama con un enorme bote cuando veo que mi madre entra a mi habitación como un huracán. Hasta me ha llegado una ráfaga de viento fría y el cristal de la ventana a mi lado ha temblado. Yo también tiemblo de pies a cabeza.

– ¿Qué pasa? - pregunto con cautela, poniéndome de pie.

– Neizan vuelve a estar raro – sisea, acercándose a mi cada vez más - ¿Le has dicho algo? ¿Habéis estado juntos?

Se me cae el alma a los pies. Justo esta mañana nos hemos besado.

– No – niego rotundamente, con la voz más firme que puedo para no delatarme – No he estado con él en ningún momento, lo juro.

– Apenas me dirige la palabra – su mano rodea mi codo con fuerza, casi cortándome la circulación – No me mientas.

– Lo juro – insisto y se me escapa un sollozo ante el inminente miedo que siento – No me estoy metiendo en vuestra relación. Él es libre de...

– No es libre – gruñe – Tiene que estar conmigo. La próxima vez que intente dejarme, haré algo mucho peor. Adviértele que no lo haga. Por vuestro propio bien. No querrás que os hunda la vida, ¿no?

– No – trago duro – No te dejará. Me encargaré de ello.

– Bien.

Comienza a alejarse, pero cuando menos me lo espero se gira deprisa y su puño impacta contra mi estómago. Suelto un quejido de dolor y me encorvo sin aliento.

– Estoy dispuesta a llegar a donde haga falta para quedarme con él y sacarte a ti de nuestras vidas. Y no se te ocurra tener esperanzas – me agarra del pelo y me lanza sobre la cama. Estoy llorando – Si no puedo salirme con la mía y estar con él... tampoco estará contigo. Me encargaré personalmente de cumplirlo – Sale pegando un portazo y yo me quedo destrozada sobre las sábanas.

La conversación que tuve con Briar hace dos semanas me abrasa la mente como si tuviera un volcán arrollador dentro de mi cabeza. Y se me está haciendo mucho más presente desde que intentó quitarse la vida hace una semana.

No pensé que fuera capaz de hacer algo así, pero me volvió a sorprender. Me dolió, pero sobretodo, me dio miedo. Miedo intenso al saber que puede cumplir su palabra perfectamente.

Y si se ha hecho daño a ella misma, no me quiero imaginar lo que nos puede hacer a nosotros. A él. No puedo cometer más errores. No lo puedo volver a poner en peligro.

Mi madre ya está en casa, recuperándose. Gracias a la transfusión de sangre que le hicieron de inmediato en el hospital, puede decir que está viva. Tenía cortes muy feos en las muñecas, todos verticales, una clara intención de acabar con su vida. De no ser por mi... la habríamos enterrado en ese mismo momento. No me lo ha agradecido, y tampoco espero que lo haga, pero le salvé la vida.

No soy una persona rencorosa y no espero ningún favor a cambio. Lo único que quiero es que no vuelva a ocurrir, y mucho menos, que nos haga algo a nosotros.

Desde que mamá volvió hace un par de días, no he visto a Neizan por la casa. Ni siquiera ha aparecido para dormir, y eso me asusta. Me asusta porque significa que sigue en sus trece de no querer volver con mi madre. Y temo que las consecuencias sean mucho peores que lo que hemos vivido hasta ahora.

– Mamá – toco a la puerta de su habitación, como cada mañana - ¿Necesitas algo? ¿Quieres que te suba el desayuno?

– Entra, Livvie, entra.

AMOR ATREVIDO E INGENUO [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora