AMOR ATREVIDO E INGENUO [TERMINADA]

❄️ CAPÍTULO 17 ❄️

LIVVIE

Mi hermano y mi cuñada me acompañan a casa ante la llamada que hemos recibido de mi madre. Ha insistido en que quería vernos a los tres y... no nos ha quedado más remedio que aceptar. Yo tenía pensado venir; al fin y al cabo es mi casa. Pero Eddie y Darcy vienen con las caras más largas.

Después de la última discusión... hay mucha tensión. Darcy nunca se ha metido en problemas, es una mujer muy llevadera. Sin embargo, chocó con mi madre nada más conocerla. Está claro que esta la provocó.

– Hola – abre la puerta mi madre. Está ataviada en un bonito vestido rojo, nada elegante y muy práctico – Pasad, seré breve y no os quitaré tiempo.

– Lo preferimos. Tenemos cosas que hacer – responde mi hermano.

– Solo quiero disculparme – traga duro, enfrente de los tres en el rellano de la entrada – No fue mi intención quitarte la ilusión – mira a Darcy.

– Tranquila. Nadie puede quitarme la ilusión. Por mi parte no tengo nada más que hablar. Quien tienen que aceptar tus disculpas son ellos – nos señala.

Con una leve despedida, sale para esperarnos fuera.

– Agradezco el gesto – le dice mi hermano – Sinceramente, estoy sorprendido. Aunque seguramente haya sido obra de tu novio.

– Neizan no tiene nada que ver en todo esto. Ha salido de mi – deja claro.

– No sé que decir – traga duro y da un paso hacia atrás – Supongo que... es mejor dejar las cosas como están. Sigue haciendo tu vida y nosotros haremos la nuestra. Y una cosa más – la mira, antes de salir por la puerta - Deberías haber empezado mucho antes a disculparte. No solo has tenido un gesto feo, sino años y años de gestos feos. Livvie, te esperamos fuera.

La puerta se queda entornada y me giro hacia mi madre. A pesar de sus palabras, sus ojos siguen estando carentes de calidez y arrepentimiento. Sus rasgos gritan con fuerza la mujer analítica y fría que es.

– Yo... te perdono – doy un paso hacia ella – Sé que detrás de tu fachada... escondes un buen corazón. Neizan ha visto algo bueno en ti...

– No vuelvas a poner el nombre de mi novio en tu sucia boca – me interrumpe, dejándome congelada y aterrada. Su voz se ha convertido en un siseo y se ha acercado tanto que me ha retenido por las muñecas – No necesito tu aceptación. No necesito nada que venga de ti.

– Mamá... m-me haces daño – jadeo, casi sollozando.

– Escúchame bien – aprieta el agarre, dejando sus uñas marcadas en mi piel. Observo como la sangre comienza a salir y rabio de dolor - ¿Te crees que no me doy cuenta de como miras a mi novio? Niña asquerosa y astuta... si vuelvo a verte cerca de él, te meterás en problemas – me amenaza, su cara pegada a la mía – Si vuelvo a tener una pelea con él y estás de por medio... te meterás en más problemas. Si noto que se fija en ti más de lo normal... Oh, Livvie – gruñe y sacude mis brazos – No solo te arruinaré la vida a ti, sino a él también.

– Mamá – sollozo, intentando soltarme de su agarre sin suerte.

– ¿No querrás que le pase nada malo por tu culpa, verdad? Déjalo en paz y no te metas en nuestra relación. Aunque tu vida sea una completa mierda, no tienes porque arruinar la suya. ¿Entendido?

– E-entendido – asiento, torpemente – Por favor... por favor, suéltame.

– Puta desagradecida... vete – ruge, alejándose de mi – Vete de aquí.