LIVVIE
Coco pasea a mi lado, perezosamente y con demasiada parsimonia para todo lo que es él. Llevo dándome cuenta mucho tiempo que cuando estoy de bajón, él lo nota inmediatamente.
Intenta sostenerme y estar a mi lado por encima de todo. No sé si será característica de todos los perros... yo solo sé que el mío me anima, a su manera.
De vez en cuando, me acerca con su boca una pequeña rama de un árbol para que se la lance. Le suelen gustar más las piedras, pero casi todas están ocultas bajo el manto de nieve.
Como ahora el tiempo es exclusivamente para él, hago todo lo que me pide. Nunca habrá una excusa para dejar a mi perrito de lado. Estaré para él a cada momento, aunque me sangre el corazón y se me desmorone la vida.
– Hola, Livvie – Clark aparece en mi campo de visión.
– Hola – murmuro. Creo que estamos bien. Esta mañana hemos conversado acerca de lo que pasó ayer, pero... he preferido vernos a solas antes de cenar en mi casa por ser el día de navidad, junto al resto.
– ¿Quieres ir al parque? - señala los bancos unos metros más allá.
– No, prefiero caminar. Y a Coco no le apetece sentarse – lo señalo. Está dando vueltas sobre sí mismo, creo que un poco desesperado por no tener más actividad. Cojo su pelota favorita del bolsillo y se la enseño con una sonrisa - ¿Preparado? ¡Ya!
La lanzo tan lejos como puedo y aúlla con fuerza mientras corre a toda velocidad. Me aclaro la garganta mientras echamos a andar hacia esa dirección, para no estancarnos.
– Necesito saber si me has perdonado de verdad – me habla, en voz baja.
– Y yo quiero saber si fue algo puntual o se va a convertir en una costumbre.
– Fue algo puntual – me asegura, con un asentimiento de cabeza – Yo... yo también me estreso a veces. La universidad, mis padres, tus problemas...
– No quiero que mis problemas sean un obstáculo para ti – lo miro, mientras automáticamente cojo la pelota de Coco de su boca y se la vuelvo a lanzar –
No...– No son problemas como tal, Livvie – suspira y se masajea las cuencas de los ojos – No... no me he expresado bien. Lo que quiero decir, es que,
evidentemente, me importa tu bienestar. Y cuando te veo así... me pone mal.– Pues, si quieres ayudarme... con sexo no puede ser.
– Vamos, lo siento – se vuelve a disculpar y me coge la mano para darme un apretón – Fue un impulso. Muy desafortunado, lo sé – reconoce, ante la mueca que pongo – Pero... sí que me gustaría pedirte algo.
No contesto, simplemente muevo mi mano alentándolo a seguir.
– Me gustaría que no te cerrases en banda. Sé que es un tema complicado para ti y difícil para dar el paso. Pero quiero que sepas que te voy a apoyar – me detiene, se acerca y me acaricia las mejillas – Si alguna vez intentamos ir un paso más allá y justo te da un episodio de ansiedad... sabremos gestionarlo juntos. Si algo tenemos, es confianza, ¿no?
– Si – asiento y me relajo un tanto bajo su toque – Claro que sí. Pero, si ese día llega... no me fuerces, por favor. Es algo demasiado bonito como para hacerlo obligado o sin ganas, ¿no crees?
– Si – sonríe, dejando un beso sobre mi frente – Lo creo. Tienes razón.
– Bien – sonrío también y reanudamos la marcha.
– Esta noche he quedado con los amigos de clase para salir por la ciudad. Queremos aprovechar el día festivo y colarnos en alguna discoteca – me mira
emocionado y con media sonrisa – Habrá tanta gente que no se coscarán.
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AMOR ATREVIDO E INGENUO [TERMINADA]
RomanceNO HAY AMOR MÁS PURO QUE UNO ATREVIDO E INGENUO. UN AMOR QUE TE ARRASA, TE ALEJA DE LA COHERENCIA Y TE SACA DEL UNIVERSO, BAILANDO, FLOTANDO, SOÑANDO. (Sinopsis más adelante) CLASIFICADA COMO +18 ROMANCE PROHIBIDO TEMAS SENSIBLES COMO LA VIOLENCI...