☀️ CAPÍTULO 32 ☀️

174 16 2
                                    

NEIZAN

Suelto un suspiro entre nervioso y aliviado en cuanto abro la carta que han metido esta mañana en el buzón. Hoy me he levantado más tarde por ser sábado, así que no he recogido el correo a primera hora como todos lo días.

Me acaban de notificar la fecha del juicio final. Es dentro de dos semanas. Debo ir con el mismo abogado y la misma testigo, para que vuelvan a declarar y a aportar nuevas pruebas si es que las hay.

También tienen que dar nuevas versiones sobre el tiempo en libertad que he pasado desde que me arrestaron. No he hecho nada que pueda perjudicarme de cara a las próximas decisiones, así que estoy bastante tranquilo. De hecho, Lexie me ha ayudado a conseguir algunas pruebas a favor de mi veredicto. Tengo prácticamente todo bajo control. A priori, debe salir todo bien.

Inmediatamente, marco el número de Livvie.

– Cielo – hablo en cuanto responde al primer timbrazo - ¿Te han notificado?

– Si – responde, con la respiración un poco agitada – He leído la carta hace unos minutos. Estoy extremadamente nerviosa, Neizan, ¿y si no...

– Tranquila, Liv, calma. No va a pasar nada de lo que tu mente se está imaginando – le aseguro, con la voz tranquila – Respira conmigo, ¿vale?

Durante unos minutos la ayudo a controlar la respiración y la inminente crisis de ansiedad. A mi también se me ha acelerado el corazón en cuanto he visto la fecha y me he imaginado toda clase de futuros, pero no podemos adelantarnos a los acontecimientos. Es algo que no está en nuestra mano pero que tenemos muy a nuestro favor. Y es algo que muchos otros no pueden decir.

– Se pasarán rápido estas dos semanas, y después, seremos libres.

– No me quiero hacer ilusiones – su voz tiene un matiz triste – Yo sigo confiando, pero... después de todo lo que he vivido, ya no me sorprendería.

– Haces bien, cielo, pero yo... apostaría mi vida a que vamos a salir ganando.

– ¿Podremos... podremos vernos antes de ese día? Yo necesito... necesito...

– Por supuesto – la corto, sonriendo como un auténtico enamorado – Yo también lo necesito. Y cuanto antes. ¿Quieres que nos veamos hoy? He pensado en ir al lago helado. He estado paseando por ahí algunas tardes y me he dado cuenta de que no está vigilado por ninguna cámara, y además, nadie suele ir por el frío monumental que hace. Creo que puede ser un sitio seguro.

– Con una condición.

– La que quieras.

– Nada de hablar sobre el juicio, mi madre o... cualquier cosa dañina.

– Condición aceptada.

Me despido de ella y termino de desayunar. Luego, paso toda la mañana en la ciudad de al lado haciendo la compra para la casa. Ya no podía esperar más y he aprovechado todo el tiempo libre.

Al llegar a casa, he colocado todo, he hecho la comida, la he degustado y he descansado. Después me he duchado, vestido y aseado para llegar puntual a mi quedada con Livvie.

Al ver que no hay nadie junto al lago, me siento en un banco y comienzo a esperar. Saco el móvil y abro las redes sociales para ver a antiguos compañeros de Grecia y a otros muchos grupos con los que solía tener amistad puntual. La verdad es que no los echo de menos, porque eran más bien conocidos con los que podía irme de fiesta, pero no contar en casos de necesitar ayuda. Para eso, siempre he tenido a Tyson.

Pego un rebote del susto cuando alguien se planta detrás mía y me tapa los ojos con unas manos suaves y tibias.

– Si adivinas quien soy, te recompensaré con un... beso – susurra en mi oído.

AMOR ATREVIDO E INGENUO [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora