☀️ CAPÍTULO 30 ☀️

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NEIZAN

Dos días después de mi llegada, ya estoy totalmente acostumbrado a mi nueva rutina. No ha sido difícil; de hecho, me resulta mucho mas amena que la anterior, sobretodo si tenemos en cuenta el trabajo.

Estar en la tienda de Eddie es mucho más tranquilo que estar en el bar. Vienen muy pocos clientes, e incluso hay jornadas como la de esta mañana que no se ha vuelto a abrir la puerta desde que yo he entrado.

Si estuviéramos ubicados en una ciudad o un pueblo más grande, tendríamos más beneficios, pero son muy pocos los habitantes que hay aquí e imagino que no estarán dispuestos a estar mirando y buscando mascotas a cada hora del día.

A la hora de comer, me paso por el bar para recoger el menú del día y llevármelo a casa. Todavía no he tenido lugar de hacer la compra general, así que tengo la despensa y nevera vacías. Me estoy apañando con la comida casera que hacen mis antiguos compañeros. La verdad que sale rentable, porque está muy buena y además es muy barata.

Debería descansar un poco antes de abrir la tienda de nuevo, pero tengo tantas ganas de ver a la hija de mis jefes que no puedo esperar más. He visto fotos de ella y me han hablado tanto que necesito conocerla.

Toco a la puerta de la casa de Eddie y es Darcy quien me recibe con una sonrisa.

– ¡Neizan! - saluda entusiasta y me da un pequeño abrazo - ¡Pasa, pasa! Me alegro mucho de que hayas venido. Eddie está tomando una ducha, bajará en breves. Siéntate, ¿quieres algo para tomar?

– No, Darcy, estoy bien – sonrío agradecido – He querido pasarme por aquí antes de abrir la tienda para poder conocer a Libana. Espero que sea un buen momento.

– Claro que sí. Dame un momento.

Se va a paso apresurado hasta adentrarse en una de las habitaciones que hay ajenas al salón. Un llanto leve empieza a sonar cuando se acerca hacia a mi con su hija en brazos. Sonrío enormemente cuando la pone sobre mi pecho.

– Hola, pequeña – murmuro, acariciándole la mejilla y la nariz. Tiene un tono rosado en la piel y el poco pelo que tiene es completamente rubio. Como su tía – Madre mía, eres guapísima. Que niña tan bonita.

– Sí – Darcy se sienta a mi lado, contemplándola con una sonrisa – Es un tesoro.

Ha dejado de llorar en cuanto la he mecido un poco. Sus ojos están completamente abiertos, y aunque todavía no se le puede ver bien el color, me atrevería a decir que van a ser igual de azules que los de Livvie. Me mira fijamente a los ojos, de forma curiosa.

– ¿No será capaz de leer la mente, no? - me río.

– Si ha nacido con el don de la telepatía... todavía no lo sé.

– Yo diría que sí – Eddie se une a nuestras risas, sentándose a mi otro lado y palmeando mi espalda – Cada vez que te mira parece que te va a sacar hasta el último pensamiento. Si sigue utilizando esa mirada cuando sea mayor, descifrará a cualquier persona que se le plante delante.

Y así parece. Libana me escudriña con la mirada como nadie antes lo había hecho. Una de sus manos tienen agarrado fuertemente mi meñique y parece que no tiene intención de soltarlo.

Le doy un beso en la frente y le susurro palabras cariñosas. Es extremadamente pequeña y suave. Es... perfecta. Muy perfecta.

– Es curioso – habla Darcy, alternando la mirada entre los dos – Cuando se trata de mis padres, le cuesta más adaptarse. Suele llorar y hacer berrinches. Pero cuando se trata de tu familia... actúa como si estuviera en unos brazos besados por un Dios. Jamás ha llorado cuando se trata de algunos de vosotros.

AMOR ATREVIDO E INGENUO [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora