cap 18

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Eidan Righs

Intentar ser alguien que no eres , trae consecuencias, errores que no tienen solución, recaídas y dolor.

La vida me pasó una mala jugada a los 4 años siendo un niño, perdí a la mujer que me dió la vida, una mujer buena y fuerte, porque eso era mi madre una mujer fuerte en todos los sentidos, jamás se dejó quebrar por mi padre, ni por quiénes la sometieron a lo largo de su vida y ese concepto se sobrevivencia me lo enseñó con detalle.

Siempre pensé qué podría tener un hogar con una familia, mi esposa, mis hijos, darles lo que yo no puede tener y eso era afectó y estabilidad.

A veces creemos que actuamos con razón y sabiduría pero no es así, la mayoría de los padres hacen infelices a sus hijos es parte del proceso de la vida.

Algunos nos volvemos fuertes y mejores perdonas, otros terminan en malos pasos como yo, la vida que llevó no le da orgullo a mi madre , dónde quiera que esté se que no siente paz al verme como soldado en la mafia, pero el destino tenía otros planes para mí y a pesar de no deber disfrutar de todo esto, lo hago y cada día disfrutó todo con más ansías de poder.

Me he convertido en un monstruo que sabe ocultarse en las sombras, una persona sin identidad así te conviertes una vez que asesinas por primera vez.

La sensación de remordimiento, culpa, rabia, irá todo se acumula en tu interior, sintiendo que la carga pesará en tus hombros cada vez que des un paso, observar tu reflejo en el espejo y no reconocerte.

Duele, duele con el alma pero ver qué tienes una luz que te ayuda a salir de la adversidad, a salir adelante, eso es lo qué una persona común llamaría _amor_.
Recuerdo la primera vez que sentí la sangre en mis manos.

- No me mates por favor - susurraba la víctima. - Tengo hijos, una esposa, por favor te daré lo que sea, solo ayúdame a salir de este muchacho-sus ojos se encontraron con los míos, sentía la súplica en su voz, sentía el latir de su corazón, su respiración, su miedo.

_el maldito miedo que yo le causaba_

Sus súplicas no bastaron para mí, en el fondo sabía que tenía una familia y pensar que se le arrebataría la vida a un padre, hijo, hermano, la culpa me carcomía las entrañas.

El nombre del tipo era Greeg Cherokee, hijo menor del clan Ruso, había matado a más de mil personas a lo largo de su vida, se creía imparable matando a mujeres, niños, ancianos, un sicario de la alta rama rusa.

Por un momento pensé tener piedad, pero luego recordé las cosas atroces que había cometido, las personas no extrañarían a una persona como él, le estaré haciendo un bien al mundo mi cerebro lo repetía una y otra vez.

Me había costado trabajo seguirle la pista, pase dos meses intentando capturarlo hasta esa noche.

Nos encontrábamos en Alemania, 28 de abril de 2013, a las 13:00 horas sólo tenía 16 años y Greeg tenía 38, me ganaba en experiencia, fuerza, pero en inteligencia no se me comparaba.

Su rastro me guío a una cabaña en las montañas, el viento helado se colaba por mis pulmones, haciéndome temblar, dió una dura batalla lo reconozco, pero yo era más ágil.

Cuando le enterré el cuchillo en el abdomen, viéndole desangrarse apuntandole con una pistola, no lucía como el sicario ruso más poderoso.

Me sentí poderoso, fuerte, invencible, intenté darle una oportunidad, no por él, sino por el pequeño rubio de ojos grises que salía de la cabaña con ojos tristes llenos de lágrimas, mirando a mi víctima siendo presa del dolor y el miedo que le proporcionaba mi arma.

Besos En Sangre [+18] Libro#1 Saga Dominante Donde viven las historias. Descúbrelo ahora