cap 21

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El destino juega en mi contra o definitivamente no soy la favorita de el, maldita sea la hora en la que me obligaron a entrenar a estos hombres.

Uffff mi día no mejora y las ojeras me pega con el look de niña malcriada.

Les haré un resumen. Volveremos a dónde me quedo congelada por la puta llamadita.

Bien que ser la hija de un narco te enseña varias cosillas por ejemplo, bloquear todo número desconocido entre esos bloquear el maldito número de quién me llamaba, asquerosa alimaña.

Me sentía fatal, vomité más de cinco veces en el baño, tuve dolores en todo el cuerpo y quería lanzarme del balcón, toda la noche mal, no podía ni siquiera levantarme ya que me moriría en el proceso, tomé una que otra pastilla para el dolor de cabeza y comencé a escuchar un post cat de relajación, vale que eso no iba conmigo ni nada, ni mucho menos meditar y respirar profundo, pero bueno digamos que o hacía eso o terminaba en el gimnasio sofocandome y luego maldiciendo internamente por el asma que tendría luego.

Luego de un rato me dí cuenta que no servía de nada terminar respirando y decir < Ammmmmmm, ohmmmmmmmm> definitivamente esas mierdas no ayudaban en nada.

Porqué los profesionales de yoga recomendaban tales palabras, en ningún momento se acabó mi ansiedad o mejore.

Bueno decidí escuchar música y bailar hasta que comencé a sofocarme, eran ideas mías o literalmente esa noche me estaba cansando demasiado rápido.

_maldita ansiedad de mierda_.

En vano, seguía con el dichoso pensamientos, intenta llamar a Eidan, pero el señorito tenía el teléfono apagado, lo cual era demasiado raro debido a que siempre estaba pendiente de mi las 24 horas y cuando digo 24 es exactamente el número del que se valía cada hora, no descansaba a menos que estuviéramos en casa y ni tanto ya que si llamaba, sin importar la hora debía reportarse conmigo, no sé cuántas veces me bañé y eran solo las 3 de la madrugada, bajé a la cocina y me atragante de todo lo que pude para ser exactos, pan tostado con mermelada, chocolate, fresas, batido de helado, donas y una que otra pizza.

Mmmm si no me vean con esas caras, puede que tenga un cuerpo de infarto, pero trago como una cerdita, ya bajaré todas las calorías en los entrenamientos o puede que maté de una vez por todas a alguien en mi instituto. Pues sí tenía un montón de tareas, los profesores no estuvieron muy convencidos de mi ausencia osea no estuvieron de acuerdo de que alguien así de atlética y en buena condición física tuviera “ un simple resfriado" , si ni ganas tenía de mentir, además pocas veces enfermaba y cuando era así terminaba dando un certificado para justificar las ausencias, bueno esta vez ni eso hubo, ya que como castigo mi hermanito mayor no le salió de las pelotas, hacerme ese pequeño favor y bueno yo no estaba de ánimos para ello.

Bueno definitivamente calmar la ansiedad no se me daba bien, a pesar de convivir con ella cada día, en unos días sería mi cumpleaños y de ahí para allá solo podía suspirar y sobrevivir, el dolor es insoportable así que observé el reloj y Vi que solo había pasado 30 minutos, maldito tiempo y maldita noche.

Bueno hice cálculos y terminé pensando que si me arriesgaría, busqué en mis contactos y pulse la llamadita, pensé que debido al horario no contestarían pero enfin, ella está igual de loca que yo o bueno peor en realidad.

Al tercer toque contestaron, vale mis oídos sintieron gloria cuando escuché la dulce pero muy chillona voz de una de mis personitas favoritas.

- Te juró, que sino fueras mi mejor amiga en estos instantes estaría pateandote el culo Lexi - con voz suave, pero con enojo contestó la persona más semejante a una hermana.

Besos En Sangre [+18] Libro#1 Saga Dominante Donde viven las historias. Descúbrelo ahora