Besos En Sangre [+18] Libro#1 Saga Dominante

cap 37

Siento mi respiración lenta, mi cerebro intentando procesar lo que acabo de escuchar.

Siento un murmullo en mi cerebro, una señal en el fondo de mente dando pequeños toques suaves intentando advertirme.

Sus ojos recorrían con cuidado mi rostro, esa mirada endemoniada dónde podías reflejar tu alma a través de ellos.

- Tú la mataste, tú lo hiciste sólo por poder , esa es la única verdad - siento como los recuerdos me llegan como flashes destellantes.

Intento respirar profundo ya que mis pensamientos me están ahogando por completo.

La verdad

Sus palabras se quedan rondando mi mente, siento como el cuerpo comienza a ceder ante el medicamento.

- Yo no la mate Alexandra - pronuncia con calma, sus orbes destellan ocultando algo.

- Sí lo hiciste maldita sea, ella era el miembro más importante de mi Clan y la mataste - escupo con irá.

- Yo no apreté el gatillo aquel día, piensas que iba a matarla - está vez eleva el tono de voz, por un momento pensé que le dolía hablar sobre ese recuerdo.

- Bastardo como puedes decir algo así, no te creó una mierda, él apretó el gatillo pero tú le ayudaste - como puedo me quito la sonda del suero, impidiendo que llegué más medicamento a mis venas - Tú , maldito enfermo - le señalo con rabio, al mismo tiempo que tomo un libro de poesía que Alisson estaba leyendo esperando a que despertará.

Lo lanzó con fuerza hacía él.

- Te estás lastimando Alexandra - dice esquivando el libro que acabo de lanzar-Tienes que escucharme.

Tenía razón, removí tan fuerte la aguja de mi sistema que me dañe aún más, pero no iba a permitir que este imbécil me ahorcara mientras el sedante hacia efecto, aún así sentía el cuerpo cansado.

- ¿Qué? ¿Tú papá no te quiere o estás esperando su funeral? - preguntó con ironía al ver falsa preocupación en su rostro.

- Si le matas me importa un bledo para ser realistas, no le mato porqué es mi padre - frunce el ceño con suavidad.

- Vete de aquí demonio de mierda, me tienes harta, cansada, lárgate - chilló como una desquiciada.

¿Como demonios había logrado llegar hasta mi ?

Por dios según Nickolas habían guardias por todos lados.

Pero mi mente aún no logra comprender sí quería saber la verdad sobre todo.

- No me iré, porqué tenemos asuntos en común - se encogió  de hombros sin mucha importancia.

- No me jodas, ¿Qué tenemos en común? - preguntó con ironía - Ah no espera lo sé, que quiero arrancarte la cabeza como tú a mí ¿cierto?

- Venganza - dice con lentitud - Eso tenemos en común - ladea la cabeza con suavidad.

- No te voy a creer una mierda Axel, ella confiaba en tí y tú la traicionaste - me dolía, el pecho me dolía con fuerza, sentía algo asfixiando con fuerza.

Lo conocía bien lo había sentido antes, lo he sentido tantas veces que el sentimiento comienza a estar día a día.

Miedo.

El sentimiento de la pérdida, revivir hechos traumáticos dónde casi muero, dónde ella murió, la muerte de lo que nosotros llamamos hoy en día familia.

Pero no es más que un trapo sucio, escondido en el fondo de un armario lleno de dudas, miedos, verdades a medidas, palabras nunca dichas, deudas, resentimiento.