cap 36

59 8 1
                                    

Está vez sí que escuche bien!!!!

Pero !!!!!

Oh por dios!!!!!

¿Enserio?

Casarnos.

Puede que esto termine siendo un error o un desastre.

Pero nunca lo sabremos hasta no intentarlo.

Siempre he creído que el amor no era para mí, he vivido enamorada de sus sonrisa toda la vida, he Sido consciente hasta del más mínimo detalle de su rostro.

Vivir toda una vida a su lado, no puedes arrancar tus sentimientos de un día a otro.

Y allí estaba él, de pie bajo la luz de la luna, su cabello oscuro mecido por el viento, sus ojos brillando con una intensidad que me llegaba al alma.

Su figura era imponente, con una estatura que desafiaba al cielo y una fortaleza en sus hombros que reflejaba su valentía. Sus manos, fuertes y cálidas, parecían capaces de sostener el mundo entero, sostenían mi mundo.

Sus rasgos eran una obra maestra, su mandíbula delineada con precisión, sus labios perfectamente esculpidos como si fueran la promesa de un beso infinito.

Y sus ojos, oh, sus ojos, eran dos espejos que reflejaban mi propio deseo, profundos y llenos de misterio, como dos océanos en los que ansiaba sumergirme sin temor, como dos gemas relucientes en la oscuridad.

Su sonrisa, qué decir de su sonrisa. Como un amanecer en pleno invierno, iluminaba incluso la noche más oscura, despejando cualquier sombra de duda o preocupación.

Era la promesa de días radiantes y noches cálidas, el bálsamo que sanaba cualquier herida del alma.

Y su voz, su voz resonaba en mi pecho como la más exquisita de las melodías, cada palabra que pronunciaba era como una caricia a mi corazón, intensa y profunda, como si hubiera sido creada para mí.

Era la perfección personificada, el sueño hecho realidad, el amor de mi vida.

Y en ese momento supe que no podía vivir sin él, que mi destino estaba unido al suyo en un abrazo eterno. Y mientras nos mirábamos fijamente, supe que ese amor sería para siempre.

- Si dios mío - logro contestar por fin, llevo mis manos a mi boca chillando de emoción.

- ¿Si? Joder de verdad, que Dios ni que dios, te vas a casar conmigo nena- los hoyelos se le marcan  dándome una sonrisa sexy.

- No te escaparas de mí Righs, si logramos vivir pienso obligarte a firmar en el registro civiles - le amenazó dándole un pequeño golpe en la frente.

- Jamás he querido escapar de tí nena - murmura cerca de mis labios, rozando su nariz junto con la mía.

- ¿Porqué yo? Te van a matar si se enteran, además ni siquiera somos pareja oficialmente. - intento no quebrar porqué no es fácil tomar una decisión en un momento así, el labio inferior me tiembla levemente intentando pensar con claridad.

- Me importa una mierda todo, joder, yo te amo, he perdido muchos años a tú lado como para no tenerte como mi mujer ahora - me da un corto beso - Si vivimos después de esto pienso hacerte la mujer más feliz de este mundo.

- Pero ....

- No sabía que tenías que ser mi novia para poder pedirte matrimonio - enarca una ceja con diversión.

- Sí pues claro que sí idiota - achino los ojos porqué más imbécil y no llegar a nacer.

- ¿A creí que ya lo eras o no era eso lo que le dijiste a la azafata en italiano? a no cierto le dijiste que yo era tu esposo - una fina línea curva sus labios.

Besos En Sangre [+18] Libro#1 Saga Dominante Donde viven las historias. Descúbrelo ahora