cap 31

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Las horas transcurren hasta que la noche llega, la nieve no ha dejado de caer, el frío se siente por encima de la ropa, a pesar de la calefacción.

Pasamos toda la tarde planeando en la habitación, hasta que una de las esclavas nos avisa que dentro de dos horas será el baile.

Alisson es la primera en darse un baño, maquillarse, y tomar un vestido negro con perlas, recoje sus mechones de cabello en un moño despreocupado pero sexy, se coloca sus zapatos de tacón bajo y comienza a guardar sus armas.

Salgo de la ducha, comienzo a maquillarme, esparzo  base en mi rostro intentando tapar las leves ojeras de esta semana , aplicó máscara para pestañas, delineado permanente, labial rojo, con sombra roja y negra en el párpado, resaltando el azul de mis ojos.

Tomó el vestido rojo vino que tanto me encanta, el regalo de cumpleaños de Massimo, paso el vestido por mis caderas, aplicó crema en mis pies, colocándome los tacones.

Guardo el arma debajo de los pliegues del vestido, me colocó la cadena con mis iniciales.

Mi mejor amiga me repara de arriba a bajo con un así sonrisa digna de admirar.

- Esos hijos de puta, se van a cagar en la leche cuando te vean - exclama aplaudiendo con ánimos como si tuviera cinco años.

- Tú también vas bien perra - la tomo del brazo y la hago girar para admirar su belleza.

- Sí, sí muchas gracias princesa - sonríe haciendo una reverencia.

- Recuerdame cuando dejarás de usar mi título como burla - le digo mientras salimos al pasillo.

- Jamás, aún recuerdo como lo decías airosa cuando éramos niñas - comienza a reír mientras avanzamos.

Tiene razón, estaba tan metida en mi papel de niñita mafiosa, que las primeras palabras al conocernos fueron.

- Arrodíllate ante tu princesa - está demás contar como Alisson se partió de risa, a lo que yo respondí jalandole el cabello, luego ella me dió un golpe y entre golpe y golpe terminamos con los vestidos rasgados y llenas de barro, y eso que sólo teníamos 5 años.

La música se escuchaba retumbar por los pasillos, el aroma a bebidas y comida se sentía en el aire, el pasillo iluminado por hermosos candelabros con velas rojas le daba un toque rústico.

Llegamos hasta la sala de espera donde se encontraban mi padre y hermanos, bueno dos de ellos.... Alexandier y Massimo.

¿Dónde coño estarán los otros dos ?

Desconozco.

Papá sonríe al verme bajar los escalones, con cuidado bajo junto a mí mejor amiga, hasta llegar a él.

- Tu belleza , me cautiva cada día más mi niña - dice extendiendo su mano hacía mí.

- Gracias papi - acepto su mano, me colocó a su lado y le plantó un beso en la mejilla.

-¿Lista ? - me pregunta papá con una sonrisa, aunque sé que sus ojos se posan en mí cuello, dónde aún quedan manchas moradas, esas que incluso el maquillaje no puede borrar.

Encuentro la duda en sus ojos marrones, pero no hablamos sobre ello, es como si nunca hubiera sucedido, mi madre esa misma tarde abandonó la mansión, según mis hermanos fue a descansar a la mansión de Bahamas, Era de esperarse.

Alexandier se moría de culpabilidad por no darse cuenta, Massimo la recriminaba y Alisson quiso meterle una bala entre ceja y ceja cuando se enteró, sólo que Eidan la detuvo a tiempo.

Para mamá no había nada más importante que su reputación y no tener la aprobación de sus dos hijos mayores, solo la hizo sentir peor, no he sabido nada más de ella y lo agradezco enormemente.

Besos En Sangre [+18] Libro#1 Saga Dominante Donde viven las historias. Descúbrelo ahora