Tres meses después...
—Papá...
—¿Qué pasa mi niña?
—¿Cómo fue que pasó? —Antonio miró a Becky confundido antes de tomar un sorbo de su café. —Dijiste que cuando estuviera lista me ibas a contar todo. Estoy lista, y quiero saber qué fue lo que paso.
—Bien. ¿Por dónde quieres que empiece? —Ambos se encontraban en una pequeña cafetería que quedaba a unas cuadras de la empresa, unos días después de que Becky volviera de Londres, ella decidió tragarse su orgullo por primera vez en su vida, y fue a buscar las respuestas a todas sus dudas. Respuestas que solo Antonio podía darle.
A decir verdad, a la chica le dolió un poco llamarle "Papá" al hombre que le mintió durante toda su vida, pero era tal la costumbre que no podía evitarlo. Y a Antonio no le molestaba, hasta le hacía pensar que aún había una esperanza para que él y Becky retomen la relación que habían perdido.
—Podrías empezar por el día en que me adoptaron, y luego seguir con la historia de cómo terminaste acostándote con Norma. —Antonio se acomodó mejor en su silla e hizo a un lado su café, tomo una gran bocanada de aire antes de empezar con su relato. No era fácil dejar salir la verdad luego de tanto tiempo, pero ya no iba a romper más promesas, mucho menos seguir mintiendo.
—Bueno, Martha y yo... —Becky lo interrumpió luego de esas palabras.
—Mamá y tú. —Lo corrigió, y el hombre no pudo evitar sonreír. El hecho de que la joven les hable luego de todo esto era algo genial, y que Becky aun los considere como a sus padres lo llenaba de felicidad. La chica sonrió y tomo su taza de café para darle un trago. —Continúa...
—Tu mamá y yo habíamos intentado concebir desde hacía ya un largo tiempo, queríamos un hijo más que nada en el mundo. Éramos jóvenes, y no entendíamos porque después de tantos intentos no podíamos lograrlo. Pero según los doctores, nunca pudimos lograrlo porque tu mamá no puede quedar embarazada. No había caso seguir intentando. —Explico con calma. —El mismo doctor, nos recomendó el orfanato más cercano, y nos invitó a que consideremos la posibilidad de adoptar a un niño. Allí fue donde tu madre y yo empezamos a tener problemas.
—¿Qué clase de problemas?
—Empezamos a diferir mucho con respecto a nuestras decisiones. La idea de la adopción estaba, pero el problema era ponernos de acuerdo, verás, con un embarazo propio no puedes elegir el sexo del bebe, pero adoptando sí; uno quería una niña, el otro quería un niño. Luego pensamos en las edades, tu madre no quería lidiar con un adolescente, y yo tampoco, pero tampoco quería lidiar con un niño de cinco años, sino que quería a alguien pequeño con quien tener la experiencia completa, para sentirme un padre de verdad. Y luego ella empezó a dudar, diciendo que no sabía cómo iba a cuidar, educar y criar a un niño mientras yo trabajaba, yo empecé a tener otras inquietudes también, y ahí fue cuando comenzamos a discutir. Día tras día, no nos dábamos un descanso.
—¿Ustedes discutiendo? Parece algo imposible.
—Créeme, lo hacíamos. —Ambos rieron. —Se acercaba la fecha de visita al orfanato, y aun no habíamos tomado ninguna decisión, jamás llegábamos a un punto si nos la pasábamos discutiendo. Lo que pasó con Norma fue un error, ella solo estuvo conmigo en el momento equivocado. Daniel y yo éramos grandes amigos, aunque yo no estuviese de acuerdo con las decisiones que él tomaba.
—¿Cómo el club?
—Especialmente el club, él estaba enojado cuando yo no acepte ser parte del negocio cuando apenas comenzó, por eso aprovechó la primera oportunidad que tuvo para vengarse de mí. Norma tampoco estaba de acuerdo con que su esposo se iniciara en ese tipo de negocios, y tenía miedo de que algo le pasara sabiendo con los socios con los que Daniel trataba, no eran personas amigables Becky. Ambos estábamos con miedo, abrumados por todo lo que estábamos viviendo, en el lugar menos indicado, y creo que eso fue lo que nos llevó a refugiarnos el uno con el otro esa noche. —Comenzó a jugar con un pequeño sobre de azúcar que había roto para ponérselo a su café, y luego continúo con su relato. —Por eso siempre trate de decirte que la tentación era algo malo Becky, algo en lo que nunca debías caer.
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La tentación de lo prohibido
RomanceEn esta historia Freen y Becky serán estadounidenses y no Tailandesas (ya que no conozco nada de Tailandia) Sus edades serán distintas y los nombres de sus padres tambien... Después será casi igual.