20 preguntas

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Freen: 20 preguntas, yo empiezo...

Becky: No crees que estamos un poco grande para jugar estos juegos?

Freen: Dije que yo empezaba, eso es trampa :(

Becky: Freen... Hablo en serio.

Freen: Yo también. Quiero conocerte mejor.

Becky: Y este juego te parece una buena forma de hacerlo?

Freen: Basta Becky, dije que yo empezaba con las preguntas.

Becky: Diossssssssss, de acuerdo. Empiezo yo...
Animal favorito? Aunque lo repito este juego es estupido.

Freen: Perro o Capibara no puedo decidir por uno de los dos... Materia Favoriata?

Becky: Ughhh Matemáticas... A que edad diste tu primer beso?

Freen: No te rías....... A los 17

Becky: Es una broma cierto? Jajajaja!

Freen: Rompiste una regla del juego, no puedes hacer dos preguntas seguidas.

Becky: Lo siento :'( continua.

Freen: A qué edad tuviste tu primera vez?

Becky: Ahora eres tú la que se va reír, pero fue a los 20.

Freen: Ahhhh....

Becky: No seas celosa... Ciudad o campo?

Freen: Considerando que Miami no es un lugar con mucho verde y jamás he estado en ninguna especie de campo, voy a elegir la ciudad.

Becky: Jamás? Ni siquiera a una estancia o algo? A una reserva natural?

Freen: Wow relájate Armstrong, una pregunta a la vez.

Becky: Esas preguntas no cuentan como parte del juego :P

Freen: Jajajaja, conozco lugares así pero nunca he estado en uno, entiendes mi punto? He visto lugares verdes en viajes y todo eso pero nunca tuve la oportunidad de disfrutar ese espacio.

Becky: *Escribiendo...*

—Becky ... Becky, ¿Me estas escuchando? —La joven apartó la atención de su celular y miro a su padre. —Es bueno tenerte de vuelta.

—Pero... Nunca me fui. —Dijo no entendiendo el sentido del humor de su padre, Antonio señaló el celular de la joven y ahí entendió que con esas palabras su padre se refería a que era bueno tener su atención. —Oh, lo siento. —Las preguntas restantes que quería hacerle a Freen tendrían que esperar.

Antonio Armstrong estaba a punto de salir del país para tratar unos negocios de la empresa en Canadá, y como era habitual cada vez que algo de esto pasaba, Becky debía hacerse cargo del trabajo de su padre, pero esta vez obtener la atención de su hija era un tanto imposible, y se preguntó porque últimamente la joven estaba tan distraída, en todo sentido, ya sea en el ámbito personal como laboral, Becky estaba constantemente distraída, y eso se reflejaba en su rendimiento.

—Bien. Entonces tienes una reunión el miércoles con los inversionistas, asegúrate de mostrarle ese programa de ventas que los chicos de finanzas prepararon y luego quiero que me cuentes como salió todo. —Dijo entregándole unos documentos. —El jueves tienes que llamar a tu oficina a Aaron Evans y hablar con él, se está reintegrando al trabajo luego de una licencia por enfermedad de un mes y debes asegurarte de que vuelva a sentirse como en su casa, y pedirle todos los documentos que supongo que su doctor debe haber preparado. Trabaja en el sector de informática.

La tentación de  lo prohibido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora