Rengoku se quedó sin palabras...
-¿Sorprendido?~-quiso saber el menor, al fijarse que el rubio no le quitaba la mirada de encima y lo veía sin siquiera pestañear.
-Akaza... Tú... ¿Qué... llevas puesto?- preguntó con voz entrecortada, aún contemplando la silueta delante suyo; incluso tragó saliva de la impresión.
-¿Te gusta? Lo compré para ti~- se giró a sí mismo para dar una vuelta y modelar lo que tenía pinta de ser... un traje de baño femenino. Tenía colores blancos, detalles naranjas y flamas carmesí en el sostén; la parte de abajo, era una pantie blanca difuminada con tonos anaranjados, pero era cubierta por una falda de malla transparente con los mismos detalles que la parte superior.Espera, ¿dónde lo compró?... Se supone que él había descartado la idea, e incluso se había ido de aquella tienda comercial... ¿No?
-Aunque, no sabía exactamente en qué ocasión usarlo pero... me parece que esta es una buena oportunidad~-
Akaza se acercó lentamente hacia el bicolor, hasta quedar separados sólo por centímetros. Ahora, Kyojuro podía apreciar con más claridad los detalles, pero mejor se fijó en cómo le quedaba. El bikini acentuaba sus anchas caderas, más aún, relucían sus piernas; la curvatura de su cintura era perfecta para amarrar aquella malla a su alrededor, y aparte, su pecho era suficientemente grande para rellenar las copas del sostén.
-A partir de ahora, comienza tu castigo, Kyojuro~- declaró con voz pícara. Se dirigió hacia un mueble, donde encima tenía una bocina, la cual, conectó a su celular y puso música sensual. Luego, empezó a bailar de manera sumamente erótica delante del rubio.Eso sí que no se lo esperaba.
Rengoku sólo lo podía ver hipnotizado, y poco a poco en sus ojos se fue formando un brillo particular, el mismo que aparece cuando este se enciende en lujuria.Akaza era buen bailarín, no se sabe cómo ni cuándo aprendió, pero era muy atrayente a los ojos. Además, su buen físico y su cara con rasgos delicados también le favorecían; es imposible no babear por su atractivo.
Caminó alrededor del bicolor, y este en silencio lo siguió con la mirada. Terminó acercándose, y comenzó a menear sus caderas sensualmente en círculos, muy pegadas a la pelvis del contrario, en tanto mantenía su agarre en sus hombros.
-Akaza, por favor... esto no es un castigo... esto es más bien...- imploraba, pero el otro como si leyera sus pensamientos... le siguió.
-¿Una tortura? Lo sé flamita~ sé que te mueres por tocarme. Y para que veas que no soy tan malo, te voy a conceder algo~- dijo antes de sentarse sobre sus piernas, rodear su cuello con los brazos y aproximar su rostro.
Rengoku al sentir su aliento tan cerca, no esperó mucho para tomar sus labios con voracidad; Akaza le permitió continuar.El pelirrosa movía su cintura para frotar su trasero con la entrepierna del mayor, al mismo tiempo que jugaban con sus lenguas y luchaban por el control. Kyojuro no paraba de delinear cada uno de sus dientes y llegar hasta el fondo de su garganta; su codicia en ese momento era desmesurada, había pasado un tiempo desde la última vez que le besó. El menor acabó cediendo, pues duraron tanto en aquel beso que ya le faltaba el aire. Intentó separarse, pero hubo forcejeo, ya que el rubio no lo quería soltar e incluso le mordía; al final, sus lenguas sólo quedaron unidas por un fino hilo de saliva.
-No sabes cuánto ansiaba esto~- sonrió en satisfacción, y luego relamió sus labios para deshacer aquella brizna que los unía.
Aunque no pudiera usar el tacto, para Rengoku, el sólo probar sus apetitosos y dulces labios le era más que suficiente, por el momento.
-Ahora... se viene lo interesante Kyojuro~- mencionó de forma hipnótica. Justo después, de manera lenta, fue bajando las manos, desde su cuello, pasando por su pecho y abdomen, hasta llegar a sus pantalones.
-Akaza, ¿qué estás...?-
El ojiámbar sólo le dedicó una sonrisa traviesa, en seguida se paró y se arrodilló frente a él. Pudo ver que la virilidad del rubio sobresalía en la entrepierna del pantalón. De forma perjuiciosa, se le ocurrió usar un poco su dedo y presionarlo.
-Nghm- reaccionó a su tacto soltando un gemido.
-Al parecer ya estás bastante duro, ¿no? Kyojuro~- preguntó lo evidente, aún haciendo presión con su dedo.
Eso parecía un martirio para el bicolor, a quien le dolía no poder liberarlo.
-Sabes que tratándose de ti, y más aún vistiendo eso, no lo puedo evitar, Akaza...- un sutil y casi imperceptible sonrojo se mostraba en sus mejillas, mientras hablaba con aquella gutural voz.
-Eres todo un fetichista~... Dime, ¿acaso quieres que lo toque por ti, Kyojuro?... ¿Quieres que le dé atención~? Entonces, ruégame por ello- parte del castigo era jugar con él.
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Amor entre Profesores / Renkaza
FanfictionSINOPSIS: Rengoku Kyojuro está intrigado de conocer a su nuevo compañero docente, quien será el sustituto de uno de los maestros en la Academia Kimetsu donde imparte clases. Al principio tratará de acercarse a él con la sana intención de ser amigos...