CAP 21: El mejor platillo

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Las vacaciones han iniciado, y como Akaza se había quedado a dormir la noche anterior en el departamento de Kyojuro, el rubio aprovechó la ocasión para proponerle algo...

-...¿Quieres ir a la playa?- el menor preguntó de vuelta, para confirmar si escuchó bien sobre lo que el otro le había sugerido.
-¡Umu!-
-Pero... estamos en abril-
-¡No importa! ¡Quiero que vayamos los dos! A ver el mar, jugar en la arena, buscar conchas, lo que sea, mientras estemos juntos cualquier cosa estará bien, ¡pero vamos!- explicaba con emoción. Realmente le encantaba la idea de viajar con su actual novio.
-Ammm... no lo sé Kyojuro... en la playa el sol es muy fuerte y no me gusta quemarme...- estaba dudando.

Él nunca antes había ido a la playa, pero la sola idea de pensarlo, no le parecía buena; su piel es bastante sensible a veces y no le gustaría acabar como un tomate por los rayos solares, aunque quizás no sean tan fuertes como en verano... pero en esa zona está más expuesto...
-Ooooh vamooos, por favooor amoooor~ ¡Será divertido!- trataba de convencerlo.

Akaza no pudo negarse ante esa carita tan tierna que le brindaba el mayor y ese tono tan meloso con que lo llamaba.
-Aaaaa... Está bien... Supongo que tendré que comprar suficiente protector solar-
-¡Gracias, gracias!, ¡Eres el mejor!- lo atrapó entre sus brazos y le agradeció dándole múltiples besos en sus mejillas.
-Tendrás que comprarme helado de fresa para el camino- dijo como condición, mientras colocaba las manos en el cuello contrario.
-Todo el que quieras, bebé~- respondió, antes de insertar un fugaz beso de pico en los labios del otro, y tras sonreírse, decidieron unir sus bocas con intenciones de besarse más tiempo.

Empezaron a jugar un poco, rozando sus labios, y no tardaron mucho para hacer lo mismo con sus lenguas. El bicolor precipitadamente tomó el control y comenzó a ser más apasionado. De por medio, se escuchaban jadeos suaves.

Fue entonces, que Kyojuro agarró el cuerpo del pelirrosa y lo alzó para subirlo encima de la mesa del comedor, lugar donde actualmente se encontraban; terminó pasando las manos por debajo de su camiseta con el fin de revelar su abdomen.

El simple hecho de haber probado el sabor de sus labios, hizo que él se prendiera. Akaza al percatarse de eso, decide interferir.
-E-espera Kyo~- sintió los toques del otro en su vientre. Descaradamente ya deslizaba su húmeda lengua por la piel expuesta.
-Vamos a terminar lo que dejamos pendiente~- declaró el mayor, aún sin dejar de tocarlo.
-Pero... Nghaa~... aún es de mañana... y tengo que preparar el desayuno...- sentir aquellas caricias lo hacían suspirar, y con dificultad, apenas pudo hablar.
-El tiempo no importa, yo puedo tenerte de día, tarde o noche, y además...- hablaba con voz ronca. Tomó la mano del pelirrosa, la acercó a sus labios....
-...para mí, no hay mejor platillo que el comerte- y acabó pasando su lengua entre los dedos; como si lo estuviera saboreando.
-Kyo...- el pelirrosa se sonrojó tras ver con detenimiento sus acciones.
-¿Me dejarás...?~- preguntó acercando su rostro al contrario, y este en contestación... lo besó.

Aquello que dejaron inconcluso la noche pasada, debido al desarrollo de los hechos que terminaron con los llantos del menor, ahora lo iban a reanudar.

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Kyojuro se encontraba disfrutando de los pezones del menor, y este, mantenía su agarre en el cuello contrario mientras dejaba salir sus gemidos.
-Aaaa~... Mmm~...- el rubio llevaba un buen rato lamiendo y chupando sus botones rozados, y ya comenzaba a sentirse intranquilo.
-Kyo~ Ya déjalos...-
-¿Por qué? Son lindos y deliciosos~ ¿Qué acaso no te gusta que los toque?- cuestionó antes de pellizcar con sus dedos aquellos botones.
-Ngh... no es eso...- el pelirrosa negó.
-Entonces, ¿qué es?... Dímelo claramente... ¿Qué quieres que te haga?~- Kyojuro jugaría un poco con él.
-Quiero que... *inaudible*- aquello último lo dijo tan bajo, que ni el bicolor estando tan cerca escuchó.
-¿Perdón? No te escuché bien~... ¿Quieres que haga que...?~- volvió a cuestionar con voz melosa.

Amor entre Profesores / RenkazaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora