CAP 50: Confianza

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Muzan y Akaza recién salían de ver la obra de teatro.

—Fue una historia bastante interesante— comentó el pelinegro al respecto.
—¡Sí! Los actores se metieron tanto en el papel que estoy fascinado; la escena de la batalla final, cuando derrotan al rey demonio, fue de lo más... ¡emocionante!—
—Creo que algo inevitable... fue que muchos de los personajes fallecieron—
—Y quién diría que el cuerpo del protagonista sería tomado por el alma del rey demonio—
—Aunque luego haya vuelto a la normalidad y pudo volver a ser humano otra vez...— estaban opinando tan alegremente, que al pelirrosa le hizo pensar...
—Entonces, ¿si te gustó venir?—
—Por supuesto~ es la mejor celebración de cumpleaños que he tenido en años—

Y aunque cada año sin falta lo celebraban, este fue diferente, ya que el pelirrosa tuvo tiempo y dinero suficiente, para darle un buen regalo e invitarlo a comer; él también fue quien reservó los boletos de aquella función; antes no había podido hacer algo tan así, por ser solamente un estudiante.

—Por favor~ no es para tanto, Muzan— se hizo el modesto, y se adelantó en su caminar para ocultar su vergüenza; ahora le daba la espalda al mayor...
—Eso es... porque tú estás aquí— pero aquel comentario frenó su andar, y se giró para verlo nuevamente de frente.
—Yo... en verdad que estoy feliz de haberte conocido; trajiste una emoción diferente a mi vida, Akaza~—
El de los ojos rojos esbozó una suave sonrisa, y junto con ello, sus cabellos se movieron al ritmo de la brisa; así, aquel instante se transformó en un momento mucho más bello... mucho más ameno.
—...Antes de conocerte, cada que llegaba el día de mi cumpleaños, recordaba lo solo que estaba... y por eso, nunca me gustaba celebrarlo... quizás también, por eso siempre lo olvido... En aquel entonces, había alguien que siempre me enviaba un mensaje felicitándome ya casi al final del día, y con eso apenas me venía acordando... pero internamente, antes de cerrar los ojos y dormir... siempre pedía el mismo deseo... "Por favor, déjame tener un hijo"...—
Muzan caminó hasta quedar parado frente al pelirrosa; este sólo pudo alzar un poco la cabeza para ver su rostro en lo alto...
—Creo que pedirle tanto a la vida sobre eso... fue lo que me permitió encontrarte...— y acto seguido, el pelinegro atrapó al más bajo entre sus brazos, quedando una de sus manos detrás de su nuca, la cual sostenía para mantener su cara pegada al pecho.
—...y puedo decir, que sin duda alguna... ha sido el mejor regalo que me hayan dado nunca... Gracias por dejarme estar contigo, Akaza—
Él se quedó inmóvil por el acercamiento, pero tras percibir una calidez invadiendo su cuerpo, recibió con gusto el abrazo, y terminó moviendo sus extremidades para rodear con ellas la espalda del mayor, a quien apretó aún más.
—"Así que... así se siente... el amor de un padre... había olvidado esta grata sensación...hace años..."— cerró los ojos, y se quedó así por varios minutos.
Ya pasaban de las 11 de la noche y estaba oscuro, por lo que no había nadie más cerca.

O eso pensaban...
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Rengoku estaba sentado en el sofá, mirando hacia la puerta, esperando impacientemente a que el pelirrosa llegara.
Ya habían pasado tres horas desde la última vez que habló con Tengen... y de repente, escuchó la notificación de un mensaje.

Tomó su teléfono y abrió el chat.
—"Lo siento, bro, pero tienes que ver esto último..."— decía el mensaje; y adjuntado a eso, estaba otra foto de Akaza... abrazando a aquel hombre.

Su corazón se magulló, y la teoría de que lo estuvieran engañando... la creía cada vez más cierta; casi que se le salían las lágrimas de frustración... pero ahora, solamente le quedaba esperar para hablarlo de frente con él y confirmar si era verdad o no.
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Amor entre Profesores / RenkazaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora