CAP 36: Los Rengoku - Parte 1

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El plan original era que, apenas regresaran de sus vacaciones en la playa, las cosas de Akasa serían trasladadas al departamento de Kyojuro; en eso habían quedado tras discutir lo de vivir juntos; pero, antes de eso...

-Quiero que conozcas a mis padres- soltó el rubio a su contrario, quien se encontraba haciendo lo que parecía ser el desayuno.
-¿Qué?- respondió de vuelta, haciendo como que no escuchó bien lo que dijo.
-Antes de mudarnos, quiero presentarte a mis padres oficialmente como mi pareja- repitió.
-...¿Hablas en serio, Kyojuro?-
-Muy en serio-
La cara de Akaza era de total sorpresa. Recién habían vuelto, y ahora dice que lo presentará a sus padres; aún no podía creerlo.
-Sé que tal vez estés nervioso, y te asusta el hecho de conocerlos, pero solamente tienes que convivir con ellos y te darás cuenta que son un amor de persona. Estoy seguro que mi hermanito y tú se llevarán muy bien, y mi madre será con la que menos problemas tendrás en caerle bien... aunque...-
-¿Aunque?...-
-...tal vez mi padre se muestre algo frío e indiferente al principio, pero estoy seguro que luego podrán hablar sin problema-
El pelirrosa lo pensó por un momento. No estaba seguro si era buena idea hacerlo tan pronto, pero tal vez, conocer a la familia del rubio sea buena señal de que lo toma en serio; y además, le dio el visto bueno, pensando en que Kyojuro estaba comenzando a madurar como novio.
-Está bien; iremos a conocer a tus padres-
-¡Genial!... ¡Entonces, les llamaré para decirles que iremos a visitarlos!-
Tras eso, el bicolor fue a la sala y tomó el teléfono para marcar el número de la casa de su familia; en tanto, el menor se quedó donde mismo y siguió preparando la comida.

Como la cocina era una sección despejada y no había pared de por medio, sólo una barra (básicamente estaba frente a la sala y el comedor) Akaza pudo escuchar lo que Kyojuro decía mientras hablaba.
-¿Hola?... ¿Madre? Soy Kyojuro, ¿cómo estás?
-...-
-También estoy bien, ¿cómo está Senjuro?-
-...-
-¿Y padre?-
-...-
-Me alegro-
-...-
-Es que marcaba para decirte que hoy iré a visitarlos-
-...-
-Como a las 7-
-...-
-Sí... sí, está bien. Los veo al rato... y dile a Senjuro que le llevaré un regalo-
-...-
-Adiós, te amo-
*Cuelga*

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El tiempo pasó rápido y se hicieron las 6 de la tarde.

Akaza junto a Kyojuro, se dirigían a la casa de sus padres.
-Tomará como una hora en llegar porque viven casi a las afueras de la ciudad, así que sí quieres, puedes descansar mientras tanto-
-Está bien, Kyojuro, dormiré un poco; avísame cuando lleguemos-
-¡Claro!-
Luego de unos minutos, el menor se durmió; y el bicolor en medio del recorrido, aprovechó para detenerse en una pastelería y comprar unos cuantos postres que estaba seguro le gustarían a su hermanito.

꧁----༻-༺----꧂


-Akaza-  el rubio lo llamó.
-¿Mmm? ¿Qué pasó...? *bosteza* ¿Ya llegamos?-
-Sí, estamos aquí. Puedes bajar-
-Okey~- le respondió aún somnoliento.
Apenas y se bajó del coche, pudo visualizar la entrada.
Enormes puertas hechas de madera gruesa, y muros de piedra rodeando todo el terreno.
Tenía mucho parecido a las construcciones en la era Taisho.
-¿Esta es tu casa, Kyojuro?-
-Más bien de mis padres; solía vivir aquí hasta los 18, y me mudé para ir a la universidad-
-Oooh...-
Se adentraron en el lugar; y miraron un enorme jardín, lleno de árboles, plantas y flores silvestres; un hermoso paisaje tal cual, incluso tenía la clásica fuente de agua, en donde esta fluye por el tubo de bambú.

A lo lejos, otra construcción... ¿Qué habrá ahí?

-Me recuerda un poco al Dojo donde solía vivir- comentó, en lo que caminaban hacia la casa principal.
-¿Eso es así? Mi padre dirige uno-
-Oh... ¿Es acaso ese de allá?- preguntó, apuntando de nuevo al mismo lugar apartado; y el mayor lo miró.
-¡Umu! Este sitio tiene por lo menos 300 años, y ha pasado de generación en generación; aún se sigue impartiendo el estilo de pelea Kendo. Yo también solía practicarlo de joven-
-¿¿¡Sabes pelear con una katana!??- se mostró impresionado ante la revelación.
-¡Umu! Aunque probablemente esté algo fuera de forma, todavía recuerdo cómo sostener una con sumo detalle-
-¡¡Eso suena genial!! ¡Hay que pelear para ver que estilo es más fuerte, Kyojuro!- sugirió, esbozando una gran sonrisa que revelaba hasta sus colmillos, y unos ojos con brillitos de mucho entusiasmo.
Ante esa expresión...
-¡Claro! ¡Después podemos intentarlo!- Rengoku no pudo negarse.

Amor entre Profesores / RenkazaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora