Amor entre Profesores / Renkaza

CAP 7: Hablemos de sentimientos

-Rengoku, necesito un favor- Uzui estaba llamando a su amigo.
-¿Mmm? ¿Qué necesitas Tengen?- el rubio respondió, volteando hacia atrás.
Antes, caminaba con un bonche de papeles por el pasillo, hasta que el otro lo interceptó.
-Ocupo que seas mi modelo de inspiración- dijo juntando ambas manos en señal de favor.

Kyojuro apenas lo oyó, se le borró la sonrisa que siempre trae y comenzó de nuevo su andar. Claramente eso indicaba un NO rotundo.
-¡ESPERA, espera Rengoku!- el más alto lo persiguió.
-No lo haré, estoy ocupado-seguía sin mirarlo, aún caminaba.
-Sólo te lo pido por favor, ¡necesito una musa para hacer un nuevo cuadro!- trataba de convencerlo.

El bicolor frenó en seco.
-¿Acaso no recuerdas lo que me obligaste a hacer la última vez que acepté?-sonaba molesto al decirlo.
-¡Lo sé! Pero ya me disculpé por eso, no volveré a vestirte de mujer, ¡lo prometo! Sólo ocupo que te quedes quieto y ya- seguía insistiendo.
-...- aunque para Rengoku, eso no sonaba muy convincente.
-¿Y qué gano yo haciendo eso?- necesitaba una buena causa para aceptar.
-Te compraré una pieza de cada pan en la panadería Kamado- sabía que era bien glotón, así que intentó usar eso como incentivo.
-No es suficiente-
-Entonces dime que quieres- soltó aquello como último intento y Kyojuro lo pensó por un momento...

Ahora que recordaba... necesitaba hablar sobre algo con Tengen, era sobre "eso" que lo estaba inquietando últimamente y Uzui siempre presumía ser experto en el tema. Quizás ahora era una buena oportunidad para preguntarle al respecto.
-Aparte de eso, necesito que respondas algunas de mis preguntas. Aceptaré si tú aceptas escuchar lo que tengo que decir-
-Oh. Si eso es lo que pides, de acuerdo- pensó que le pediría algo más complicado, pero vaya suerte que fuera solo una charla.

Así, ambos se dirigieron al salón de artes, el lugar donde la mayoría del tiempo se la pasaba el albino pintando. Al entrar, Uzui sacó todo lo que necesitaba y le pidió a Kyojuro sentarse en una silla.
-Bueno, empieza a hablar, sólo no te muevas demasiado- aclaró antes de comenzar a pintar en su lienzo, mientras, esperaba a que el rubio dijera alguna palabra.
-Bueno... últimamente algo me ha estado molestando- empezó a narrar.
-Ajá, algo que te molesta-
-Y es algo tiene que ver con... Akaza- mencionar su nombre lo hizo sentir extraño.
-Aka- ¿Eh, quién?-
-¡Akaza!-
-Aaaaah Soyama, ¿te molesta algo de él? Digo, a mí también, es bastante creído por ser popular entre las estudiantes-
-¡No se trata de eso! Akaza no es quien me molesta, sino que tengo una sensación diferente cada vez que estoy con él que no sé cómo describirla-
-Algo como... ¿dolor?-
-No, es más como... Cuando estoy cerca de él, empiezo a sentir cosas raras en mi estómago y mi corazón se acelera cada vez que lo veo sonreír, eso hace que me duela el pecho un poco. Además de que hay veces en las que...-
-¡What! ¡Espera un momento! ¿Soyama? ¿Sensaciones raras en el estómago? ¿Se te acelera el corazón?- aquella explicación hizo que el más alto dejara por completo lo que estaba haciendo.
-Sí, además de que... aquél día, cuando recibió todos esos chocolates, no sé porque pero... me hizo sentir como irritado. Y luego también, cuando lo busqué y lo encontré, estaba con alguien que yo nunca antes había visto... pero él... se veía muy emocionado y feliz mientras conversaban, aunque no me quiso decir quién era... verlo actuar así con otra persona... como que no me gustó, y es raro porque yo no suelo sentir tantas inquietudes al mismo tiempo...- a medida que el rubio hablaba, los cabos sueltos eran unidos por la mente de Uzui.
-Te preguntaré solamente una cosa, Rengoku- esa cuestión, la hizo sonar como algo muy serio.
-Eh, ¿cuál?-
-Aparte de todo eso que me acabas de decir... Cuando estás solo, ¿alguna vez pensaste qué podría estar haciendo Soyama en ese momento?-
-Mmm... ahora que lo dices... ¡Sí! A veces me pregunto dónde estará, si habrá comido bien en el desayuno, si ya habrá terminado de dar sus clases. Hay cosas que veo e inconscientemente... me recuerdan a él, como por ejemplo... el otro día me asomé por la ventana del pasillo, ví que una estudiante estaba regando unas flores rosas y pensé "Ah, como el cabello de Akaza" y-
-Okey, con eso fue suficiente- Tengen lo detuvo en su exposición. Él ya no necesitaba escuchar más al respecto, ya sabía que era lo que al bicolor tanto le inquietaba.
-Amigo, para ser alguien que se sabe de memoria todos los libros de historia, eres muy tonto-
-¡Oye!- eso ofendió al rubio.
-Es que no hay otra explicación para lo que sientes... ¡ES AMOR!- exclamó el albino con mucha emoción.
-¿Amor?¿Por Akaza? Bueno, es cierto que le tengo cierto cariño...-
-¡No! ¡Esa clase de amor no! ¡Es un amor totalmente diferente al que sientes por tu familia o por tus alumnos!-
-Entonces... ¿Quieres decir... amor romántico?-
-¡Exacto!... ¡OH, NO PUEDO CREERLO! ¡Mi mejor amigo por fin ha encontrado el amor verdadero! ¡UNO EXTRAVAGANTE, JAJA!-