STEFAN
Que tranquilidad. Una tranquilidad que disfrutaré solo 10 minutos más porque ya se acerca la hora del almuerzo y sé que mi hijo trama algo para Isa, lo conozco. Lo vi en sus ojos esta mañana antes de que fuera al colegio. Ya va una semana desde que Micky tiene niñera nueva, y le agrada sé que sí, pero mi pequeño no es un ángel, algo tiene entre manos. Debería advertirle a Isa, sin embargo, no creo que haga una diferencia, esa mujer es terca, no se rinde fácilmente. Eso es sexy. Sólo puedo rogar que la bomba que está apunto de explotar no haga que mi niñera favorita renuncie, la necesito.
Isa, esa mujer ha despertado un sentimiento que pensé que ya no podía sentir. Cuando llega en las mañana a la casa, mejora mi día. Tan solo he conversado cosas triviales con ella, como el clima o el tráfico, ah y claro, también asuntos donde mi hijo tenga que ver. Pero, con lo poco que sé sobre ella, siento que la conozco y me gusta. Mucho. Hay veces que me he quedado embobado viendola mientras alista al pequeño y sonrio, sin embargo, ella es fría conmigo, tal vez quiera mantener la ética y el profesionalismo. Si es así, tiene razón. Yo solo debería enfocarme en mi hijo, no estar fantaseando con la niñera.
De repente se escucha un golpe seco, seguido de cacerolas cayéndose al piso, inmediatamente sé que es mi hijo, y el grito de una chica me lo confirma.
Escucho la puerta de mi oficina abrirse y entra Micky corriendo, se esconde detrás de mí con una expresión de burla en su rostro. Justo unos segundos después, entra una niñera furiosa y sexy. Y con ese pensamiento recorro su cuerpo por 3ra vez en el día, ay no, uno de sus ya característicos vestidos de flores está totalmente empapado y se le pega perfectamente a sus curvas. Espera, si ha pasado por la cocina así, significa que todos han podido ver la misma imagen que yo. No puede ser, ahora quien está furioso soy yo.
Me levanto rápidamente del asiento de mi escritorio para darle mi chaqueta, se la colocó detrás de sus hombros tratando de tapar su cuerpo. - ¿Qué pasó?¿Estás bien?
- No, no estoy bien sr. DeLuca. No, Stefan. Te voy a decir así, porque creo que después de hoy ya no serás mi jefe.
ISA
Me quedé callada sobre las pequeñas travesuras que me hizo Micky, porque eran las típicas de un niño molestoso, lo sé bien, me crié con muchos primos varones, estoy acostumbrada a eso. Pero lo de hoy fue demasiado. Primero, cuando fui a recogerlo al colegio hizo un show, donde dijo que no me conocía y casi me arrestan por secuestro. Saben, no me veo bien de anaranjado. Luego, de camino al restaurante, se paraba a decirle a cada persona que quisiera escucharlo que yo lo golpeaba. Gracias a eso me gane muchos insultos. Y por último, cuando llegamos al restaurante me tiró el balde de agua con el que estaban trapeando el piso del comedor ¡Agua sucia!. Después de eso lo perseguí por toda la cocina, la hermosa cocina, y el pequeño demonio empezó a tirar las ollas para que no lo atrapara, pero yo sabía exactamente a dónde iba. Porque todo niño busca a su padre cuando está en problemas, y Micky realmente los tenía.
- ¿Cómo que no seré tu jefe, Isa? - Me mira con confusión, juntando sus cejas de la manera más linda. No, no, no, no es el momento de estar pensando en lo guapo que es tu futuro ex-jefe.
- Pues eso, Stefan. Estuve callada y no te dije nada de lo que tu pequeño ángel me ha estado haciendo en lo que va de la semana, pero es demasiado.
Se pasa la mano por el cabello con una expresión de irritación. - ¿Qué pasó?¿Ahora qué hizo el pequeño diablillo?
- Te lo enumero, para que no haya confusiones, ¿ok?
- Primero, casi hace que me arresten por secuestro de menores. Segundo, la gente casi me linchan porque según tu hijo soy una maltratadora. Tercero, ¿por qué crees que estoy empapada? Sí, tu pequeño demonio me vacio el balde de agua sucia ¡Agua sucia! - Sé que estoy siendo un poco dramática, pero algo que no soporto son las cosas sucias.
- Maldición - Dice entre dientes lanzándole una mirada molesta a su hijo que sigue en el mismo lugar desde que entre. - Realmente lo siento, Isa. Sé que lo que te ha hecho pasar mi hijo no se justifica. Sin embargo, por favor, quédate. No renuncies. Te necesito, no me puedes dejar. Quería haría sin...
¿Dejarlo? ¿Me necesita?
Reconoce sus propias palabras y sus ojos se abren de par en par, entonces, desvia la mirada, ya no me ve, sino hacia el techo - Lo que quiero decir es que en estos días que has estado con nosotros nos has ayudado mucho, y creeme si no le agradaras a mi hijo no hubiera hecho esto recién, lo hubiera hecho desde el primer día.
- Wow, vaya forma de agradarle. - Digo sarcásticamente. - Entiendo que necesites que cuide a tu hijo, y de alguna forma, a pesar de las travesuras me he encariñado con Micky. Pero creo que esta situación no va a cambiar y ....
- Tienes razón, si no hago algo no va a cambiar. Dame hasta mañana. Ve a casa descansa hoy y nos vemos mañana a las 4pm aquí para hablar. Por favor, solo piensalo hasta que nos reunamos. ¿Sí? - Y otra vez me mira, directo a los ojos, suplicando con ellos que no diga que no.
- Está bien, mañana hablaremos.
ESTÁS LEYENDO
De la cena al postre, hay un bocado
RomanceIsa es una recién graduada de la Escuela de Pastelería de NY, ella acude a una entrevista de trabajo donde el chico que la rechazó en la secundaria es el chef principal. Pero por un correo mal leído, ella termina siendo la niñera de su hijo de 6 año...