2 MESES DESPUÉS
ISA
Después de "la gran travesura" el tiempo se ha ido volando. Micky aún me hace una que otra travesura pero inocente y para mi eso lo hace tremendamente tierno. Al aceptar regresar me propuse ir buscando un trabajo que tenga que ver con mi carrera, pero la verdad ni he revisado, y cada día se me hace más pesado dejar este empleo, porque no me parece que sea uno.
Hace unos días cuando fui a recogerlo al colegio estaba molesto, no me quería hablar y ni bien llegamos a la casa se encerró en su cuarto, sin comer. Pensé que tal vez tenía que ver conmigo, ya que pudo irle mal en el examen que tenía de matemáticas, lo cual me sorprendió porque la noche anterior estudiamos y él entendió todo.
Revise su mochila para buscar el examen y encontré un comunicado, se pedía que todas las MADRES llevarán un postre para la Feria de Dulces. Al leerlo se me saltó un par de lágrimas porque ahora entendía la razón por la cual Micky vino de ese humor, debió sentirse triste y excluido. Así que, ni bien llegue a casa me puse a preparar una bandeja de brownies para toda su clase, me llevó hasta las 2am terminar, pero valió la pena. Ver la mirada sorprendida de mi pequeño señor en conjunto con una gran sonrisa, llenó mi corazón. Aunque cuando salió de su sitio para darme un abrazo casi me hace caer con todo, pero valio la pena.
Desde ese momento se ha vuelto más cariñoso y confía en mí, contándome su día de regreso a casa de la escuela. Ya sé todos los chismes de los niños de 1er grado.
- Buenos días, Stefan. - Saludo a mi sexy jefe mientras me abre la puerta de su casa. Tiene una expresión de cansancio, evidenciando que no ha tomado su primer café de la mañana. Mi relación con Stefan en definitiva no es la típica jefe-niñera, tal vez sea porque nos conocemos de antes o por la atracción que ambos sentimos el uno por el otro. Porque no soy tonta sé que le gusto, lo demuestra con sus coqueteos sutiles o a veces descarados. Y estoy segura que él sabe que me gusta, por como me quedo embobada cuando lo veo recién salido de la ducha, sí para eso solo vengo temprano algunos días.
- Buenos días, Isa. Pasa, ¿quieres café?
- Sabes que la respuesta es sí, siempre. - Digo con una sonrisa juguetona en el rostro y él se ríe bajo.
- Tienes razón, todas las mañanas es la misma rutina, tomamos desayuno juntos y alistamos a Micky para el colegio. Casi parecemos una pareja recién casada. - La sonrisa ladeada que pone ya es algo característico en él, y algo que me encanta cada día más. Pero, su comentario fue tan repentino que me quedé paralizada, no me di cuenta que me está ofreciendo mi segunda taza de café. La recibo y nos quedamos viéndonos un instante, y la sola idea de que él y yo seamos pareja hace que se me calienten las mejillas. La escena no me parece tan descabellada como hace 2 meses atrás, pasó todo casi todo el día con su hijo, tengo llave de su casa y hemos tenido interacciones que a simple vista pueden parecer de una pareja. Sin embargo, existe una fuerza gravitacional que evita que alguno de un verdadero paso, porque los coqueteos y miradas no faltan, pero hay mucho involucrado de por medio, si no funciona no solo saldremos dañados nosotros, Micky también, y eso me dolería más que nada.
- Buenos días, Isa. Hola, papi. - Saluda mi pequeño travieso, interrumpiendo mis pensamientos intrusivos. Lleva aún su pijama y tiene los ojos somnolientos.
- Buen día, pequeño señor. ¿Qué te parece si te bañas, te pones el uniforme y vienes a desayunar tus panqueques favoritos?
- ¡Sí! ¿Con muchas chispas de chocolate? - Pone sus ojos de cachorro sabiendo con seguridad que aceptaré todo lo que me pida si hace eso.
- Por supuesto que sí, ahora ve. - Micky sale corriendo al baño y yo me pongo manos a la obra.
- Wow, viéndolos no sé quien domina quien. Apuesto a que él.
- ¡Hey! Todo es parte de mi plan para que me quiera más, no lo olvides.
- Cariño, no lo olvido aun sigo ideando estrategias para contrarrestar tus artimañas.
- Oh cariño, sigue intentándolo pero no creo que lo logres. - Siento la necesidad de acercarme más a él, y lo hago. Él hace lo mismo y sin darnos cuenta estamos uno al frente del otro, solo con el bowl de la mezcla que tengo en la mano separándonos. Nos quedamos mirando, Stefan estira su mano sobre la mía que está sosteniendo la batidora de globo. Y esto se siente perfecto, nosotros bromeando en las mañanas, preparando el desayuno juntos para nuestro pequeño, y es ahí donde me recuerdo que esto es temporal, que yo quiero un trabajo como repostera, que ahora solo soy la niñera y que no solo somos nosotros dos los involucrados.
- ¡Listo! Ya me bañe, ¿Ya están mis panqueques? - Micky sale del baño con su toalla de cars que le compre, entonces me aparto para verlo.
- Aún no están pero recuerdo haberte dicho que tenías que tener puesto el uniforme y ahora por esa infracción al acuerdo, le sumó que tienes que hacer tu mochila también.
- ¡Ay! - Se agarra la cara con ambas manos con frustración aunque enseguida cambia de expresión. - Está bien, pero quiero leche chocolatada.
- Será leche, aunque no chocolatada. ¿Trato o nada? - Estiro mi mano para que la estreche y lo hace.
- Un placer hacer negocios con usted, pequeño señor.
- Igualmente, señorita grande. - Y con eso se da media vuelta con destino a su cuarto y yo continuo con mi preparación.
- ¿Dónde aprendiste hacer esos tipos de negocios? - Me pregunta Stefan curioso.
- Mi hermano y yo los hacíamos a cada rato cuando éramos niños, por eso Santiago eligió la carrera de derecho, siempre ha sido competitivo, y ganar juicios es su cosa favorita en el mundo. Ahora trabaja como abogado en un bufete de estrellas. Una vez me presentó a Ashley Bree en una videollamada, lo mejor de ese año sin duda.
La conversación sobre famosos que conocemos fue avanzando, a veces me sorprendo de lo fácil que resulta conversar con él. Nos demoramos unos 25 minutos desayunando y cuando ya estábamos a punto de salir de la casa todos, Micky hace un anuncio.
- ¡Ah! Papa me olvide decirte, hoy hay día del logro en mi salón a las 4pm, ¿Iras no?
- Pequeño, debiste decirme antes, sabes que a esa hora estoy dejando todo listo para la cena en el restaurante y...
- Está bien, igual nunca vas a nada de la escuela. - Y con eso sale del apartamento, bajando rápidamente por las escaleras.
- ¡Micky espérame! - Grito para que al menos vaya más despacio, pero me quedo en mi lugar. - Stefan, entiendo que tienes responsabilidades en tu trabajo pero también tienes responsabilidad con tu hijo, no solo en lo económico o con el amor. Espero que realmente te des un tiempo y puedas ir. Adiós, que te vaya bien en el trabajo. - Y antes de que tenga oportunidad de decir algo, salgo rápidamente a encontrarme con Micky.
NOTA DE LA AUTORA:
Hola queridos lectores, lamento haber estado ausente la semana pasada, pero la magia de la navidad me atrapó. Es por eso que estoy publicando el capítulo de la semana unos días antes.
Les deseo un feliz año nuevo, que todos sus sueños y metas se cumplan en este 2024. Y no olviden hacer su Vision Board, créanme es lo mejor que pueden hacer.
Gracias por leer los primeros 10 capítulos, espero ver sus visualizaciones y votos en este nuevo año. <3
ESTÁS LEYENDO
De la cena al postre, hay un bocado
RomanceIsa es una recién graduada de la Escuela de Pastelería de NY, ella acude a una entrevista de trabajo donde el chico que la rechazó en la secundaria es el chef principal. Pero por un correo mal leído, ella termina siendo la niñera de su hijo de 6 año...