CAPÍTULO XXI

74 4 0
                                    

ISA

Ni bien recibimos la llamada salimos rápidamente hacia el hospital, al parecer Micky empezó a sentirse mal del estómago desde hace un par de horas, y hace tan solo 20 minutos esto había empeorado. Y ahora estamos en la sala de espera de Emergencia esperando que nos den información.
- Isa, siéntate, por favor. Ya vendrán a darnos información. - Desde su asiento Stefan me pide que me siente a su lado palmeando el asiento junto a él.
Yo sigo dando vueltas desde que llegamos, estoy muy preocupada, porque si lo que tiene mi niño no fuera grave no se demorarian tanto en darnos información o dejarnos verlo. - No puedo, ¿por qué no nos dan información? ¡Ni siquiera nos dejan verlo!
Mi novio se levanta y me rodea con su brazo. - Cariño, yo también estoy preocupado, pero en estos casos es así. Ellos ya saben que estamos aquí, y cuando tengan toda la información vendrán a vernos.
No había pensado en eso, Stefan ya ha pasado por esto con anterioridad. Él ha cuidado de Micky desde siempre y seguro estuvo en circunstancias parecidas a esta. - Si, tienes razón. Hay que sentarnos.
Esperamos unos 15 minutos más y una enfermera vino a informarnos que Micky fue llevado a sala para recuperarse y que nos llevarán ahí para hablar con el doctor. Ni bien llegamos a la sala, vamos corriendo a abrazar a nuestro pequeño ángel quien tiene una intravenosa colocada en su brazo. Verlo así hace que mi corazón se sienta como si lo estuvieran apretando. Mi niño se ve débil, no parece él echado en esa cama tan tranquilo.
- Hola, cariño. ¿Cómo te sientes ahora? - Pregunto mientras acerco mi mano a su pálido rostro.
- Ya no me duele mucho la barriga. - Me responde Micky.
Stefan se agacha hasta estar junto a la cama de su hijo y le acaricia el cabello. - Hijo, me alivia que te sientas mejor, pero por favor la próxima vez que te sientas mal así sea un dolor pequeñito tienes que avisar y pedir que me llamen si es que no estoy ahí contigo ¿Está bien?
- Si, papi.
- Bien, ahora hablaré con el doctor, ¿Si? Vendré en un rato, te quiero mucho hijo. - Stefan se acerca y le deja un beso en la coronilla.
- Y yo a ti, papi.
- ¿Te podrías quedar con Micky por un momento, por favor?  - Pregunta dirigiéndose a mí.
- Por supuesto, me quedaré con él, no te preocupes.
- Gracias, cariño. - Me da un beso rápido en la frente y se va. Pasan unos segundo hasta que me doy cuenta de lo que ha pasado hace unos momentos. Es entonces que volteo a ver rápidamente a Micky, rogando que no haya visto. Y gracias a Dios él tiene los ojos cerrados, quedando casi al instante dormido, lo cual es comprensible debido a los medicamentos y al suero que le están administrando.

STEFAN

Luego de que el doctor me explicara que Micky llegó con una gastroenteritis aguda, y que era posible que esta se haya producido por un virus viral. Tambié me explicó que debido a los constantes vómitos se quedará hospitalizado hasta que el suero se termine, luego lo puedo llevar a casa con algunas recomendaciones y medicamentos para darle. Aliviado por que no sea algo grave, vuelvo a la sala donde se encuentran mis dos amores, y la vista que tengo enfrente es enternecedora. Micky está descansando e Isa está recostada sobre la cama durmiendo también. Me quedo en la puerta mirándolos, tratando que la imagen se quede en mi mente para siempre. Esto es lo que siempre he querido desde que Micky y yo estamos solos, alguien que nos quiera a los dos, en conjunto. Hace un tiempo que había renunciado a eso, porque ser padre soltero no resulta “conveniente” para algunas mujeres, pero con Isa es diferente. Ella no piensa en eso, hasta se molesto porque le dije que debía dejar de cuidar a mi hijo para seguir su carrera, es una mujer absolutamente maravillosa por eso.
Acercándome en dirección a Isa, reposo mi mano sobre su hombro, haciendo que ella despierte de un pequeño sobresalto, volteando para verme aún con los ojos entreabiertos.
- ¿Está todo bien? ¿Qué te dijo el doctor? - Me pregunta mientras frota sus ojos para poder despertar por completo.
- Micky está bien, solo tiene un virus estomacal, estará bien con las medicinas. Más bien, sé que estás cansada, pero ¿podemos hablar afuera?

De la cena al postre, hay un bocadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora