ISA
Corrí lo más rápido que pude pero lo que pensé encontrarme estaba ahí, Kenzie dándome su mejor cara de culo. Ella detesta que la haga esperar, siempre ha sido así pero luego de la decepción amorosa que le dejó el imbécil de su ex, es aún peor. Aprendió a seguir una rutina específica y seguirla casi al pie de la letra, digo casi porque cada vez que hace dieta nunca logra cumplirla por completo, y eso está bien, porque a mi parecer ella no necesita de ninguna dieta. Es una mujer alta, más que yo. Delgada, más que yo. Blanca como un copo de nieve, en definitiva más que yo que tengo la piel bronceada, y por último, tiene el cabello pelirrojo y ojos azules. Es una de las mujeres más guapas que conozco, sin embargo, después del "suceso" no ha tenido ninguna relación seria con nadie, tiene miedo que la lastimen de nuevo. Creo que eso nos pasa a todos, llegamos a conocer a alguien que nos hace sentir tan especiales y amadas que decidimos ignorar aspectos desagradables de su personalidad, lo idealizamos como el mejor ser sobre la tierra, que cuando empieza con pequeños comentarios sobre nuestra persona, no lo notamos. En realidad si, pero lo justificamos con "quiere lo mejor para mi y por eso me lo dice". Sin embargo, luego vienen los gritos y un empujón, y sin darte cuenta estás en medio de la calle con la lluvia empapando todo a su paso y tú con tan solo en pijama y un golpe en el ojo. Aunque eso no siempre pasa en las relaciones amorosas y no me paso a mi, pero si le pasa a muchas personas y le pasó a mi mejor amiga.
Intento abrazarla pero ella se escabulle y se cruza de brazos.
- Me dijiste que llegabas en 5 minutos. - Revisa su carísimo reloj, el cual se puede permitir al ser una de las presentadoras de noticias más conocidas en la actualidad. - Y ya pasó casi media hora. ¿Qué tanto has estado haciendo?
Le sonrió. - ¿Segura que quieres saber?
- Isabelle Maria Montes, ¿Te has tirado a tu novio en el estacionamiento de un aeropuerto? - dice casi gritando, que tengo que ponerle mi mano en su boca antes de que continúe.
- No me lo tire, ya quisiera. Solo lo probé un poco. -La solté, dándole una mirada de advertencia para que no hable tan alto.
- Niña, ¿Sabes que ya no estamos en la secundaria y que puedes ir a un hotel sin que te pidan tu identificación?
- Lo sé, guapa. Pero a veces volver a ser una niña es divertido. Además, mi novio no me hace firmar un acuerdo de confidencialidad, con la clausura de no tirar en lugares públicos. - después de ese comentario de niña molestosa pase a sacarle la lengua, para seguir en el papel.
- Pequeña perra, ni más te cuento nada. Sin embargo, solo diré que valió la pena firmar un contrato por ese polvo. - Me guiño el ojo y por fin quiso abrazarme.
Estuvimos un rato abrazadas riéndonos y diciéndonos lo mucho que nos echamos de menos. Hasta que ella se separó de mí y me dijo. - Ya vamos a tu casa, que estoy muy interesada en saber porque aun no te comes a Mister Perfección.
......
En el aeropuerto no me di cuenta cuántas maletas se había traído Kenzie para tan solo los 3 días que pensaba quedarse, no sé para qué necesita una maleta entera de maquillaje si la mayor parte del tiempo estaremos en mi casa. Es un mal momento para vivir en un edificio que no tiene ascensor. Llegamos a mi piso y ni bien abrí la puerta Scoo se le tiró encima a mi mejor amiga para llevarla de lengüetazos, a pesar de que solo la ha visto unas cuantas veces. Luego de que mi hijo se tranquilizará, nos sentamos los 3 en el sofá.
- Cariño, ¿estás segura que tu novio no es gay? Porque no entiendo porque aun no han echado un polvo.
- Kenz, no lo es. Ya te he contado que han pasado cosas entre nosotros. - Lo digo tranquila pero la verdad es que eso también me preocupa a mí, entiendo que hay mucho de por medio, sin embargo, ya pasó un tiempo desde que empezamos a salir y nada.
- Amiga, tienes que tomar la iniciativa tú si es que él no la toma. - Se paró y empezó a caminar por la sala. - Mi misión será que tu novio y tú tiren. - Lo dice como si fuera un detective al cual me encomendaron una misión secreta.
- ¡Dios! Tú no cambias, ¿por qué siempre te das la misión de que tenga un polvo? - Me río porque es la verdad, cuando terminé con mi ex hizo lo mismo, y cuando se enteró que me gustaba mucho un chico en mi último año hizo lo imposible para que pierda mi virginidad con él. Así que, si. Estaba segura que ella lo lograra, es una buena amiga pero se inmiscuye mucho.
- ¡Porque te amooooo! - Me me tira encima para abrazarme y aunque la quiero esquivar en primera instancia, ella logra atraparme.
- Yo también te amo, tonta. Pero bueno, no te llame para que te encargues de esta misión. - Nos alejamos y nos sentamos una frente a la otra. - Necesito que me recuerdes cuál ha sido mi sueño siempre.
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De la cena al postre, hay un bocado
RomanceIsa es una recién graduada de la Escuela de Pastelería de NY, ella acude a una entrevista de trabajo donde el chico que la rechazó en la secundaria es el chef principal. Pero por un correo mal leído, ella termina siendo la niñera de su hijo de 6 año...