STEFAN
Isa sigue con la misma sonrisa fingida, desde hace 15 minutos. Y yo sigo sin creer que haya dicho deliberadamente que es la madre de Micky. Estamos sentados uno al lado del otro escuchando la presentación de un niño sobre la fotosíntesis.
- ¿Ya se te entumecieron las mejillas?
- Si, pero no sé como dejar de sonreír. - Me río, giró su rostro hacia mi y presiono mi dedo pulgar e índice sobre sus mejillas haciendo que sus labios se frunzan. Se ve ridícula, pero a la vez muy linda. Nos quedamos viéndonos un rato, hasta que los aplausos por el fin de la exposición nos interrumpen.
Nervioso retiro mis dedos de su rostro y paso las palmas de mis manos por mi pantalón, aun sintiendo un pequeño hormigueo. - Isa, ¿por qué dijiste que eres la mamá de Micky? Entiendo que querías protegerlo de que tal vez lo molesten por el hecho de no tener una madre presente como los demás, pero aun así, ¿por qué?
Suspira y se queda un momento mirando lo que parece una presentación de arte. - No sé porque lo hice, Micky se veía tan triste y tuve la impresión que tras haber venido el día de la feria, sus compañeros asumieron que era su madre. Dime, si para un adulto es difícil hablar sobre la pérdida de alguien importante, para un niño de su edad es peor. Él se comporta como si ya lo hubiera olvidado pero no es así, uno nunca se olvida de su mamá.
- Si, eso es cierto. ¡Dios! De verdad no me entero de nada, no sé nada, ni de esa feria que mencionas. ¿Estoy siendo un mal padre? - Me cubro el rostro con ambas manos sintiéndome avergonzado.
Isa me baja las manos y envuelve las suyas sobre las mías. - Eres un buen padre, tal vez no estás siempre pendiente de todas las actividades que realiza en la escuela, sin embargo, te preocupas por ser mejor para él y que no le falte nada. Como en todo uno no nace sabiendo y creo que lo estás haciendo bien. - Sus palabras me consuelan y su sonrisa me reconforta. - Además, mira lo feliz que es tu hijo, está tan emocionado de que estas aquí, que seguro se ha olvidado de las otras veces que no estuviste.
Y justo en ese momento escucho el nombre de mi pequeño diablillo ...
- Siguiendo con las presentaciones, Michael DeLuca nos hablará sobre el trabajo de su padre.
- ¡Bravo! - Isa se levanta y aplaude. Y yo hago lo mismo. Mi hijo nos ve, y sonríe de oreja a oreja.
Comienza a describir en qué consiste ser chef, luego describe la cocina, los platos que sirvo en el restaurante y los que preparo en casa. Continúa mostrando algunas imágenes del lugar y termina con una foto suya sonriendo conmigo de fondo preparando algún platillo, la cual seguro Isa lo ayudó a tomar.
- ..... alguien me dijo que la comida puede llegar hacer feliz a las personas, y si ese es el trabajo de un chef. De grande quiero ser uno, como mi papá. Gracias.
En esta ocasión, todos los asistentes aplauden e Isa grita más fuerte que antes. Mis ojos se humedecen y antes de que una lágrima caiga, voy hacia mi hijo y lo levantó para abrazarlo.
- Gracias hijo, estoy tan orgulloso de ti.
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De la cena al postre, hay un bocado
RomanceIsa es una recién graduada de la Escuela de Pastelería de NY, ella acude a una entrevista de trabajo donde el chico que la rechazó en la secundaria es el chef principal. Pero por un correo mal leído, ella termina siendo la niñera de su hijo de 6 año...