Capítulo 43

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Yulie:

- ¡¿Cómo que Cristal se fue a Idris?! – me gritó Arthur cuando volvimos al Instituto - ¡¿Qué no se supone que las Salvaguardas le impedían salir de la ciudad?!

- Encontraron una forma de irse – dije viendo con disgusto las alertas, y no es para menos.

- Creo que los Demonios que matamos no harán una diferencia con los que van llegando – dijo Julian bufando.

- Que haya tantos Demonios, del mismo tipo, en el mismo lugar... solo puede ser posible por una brecha entre reinos.

- Completamente de acuerdo Carlota – dijo Isabelle cuando nos reunimos con ella y Alec.

- ¿Y Jayden y Alexis? – preguntó Alec.

- Fueron a Central Park a matar más Demonios... los cuales por alguna razón no han atacado todavía – dije viendo los monitores con extrañeza.

- Lo sabemos, pero ¿Qué están haciendo?

- Me gustaría tener una respuesta a eso, Alec – dijo Carlota bufando – lo que sí se es que los Demonios no entran a nuestro reino para mirar o decir "Hola ¿Cómo estás?"

- ¿Y qué podemos hacer? – preguntó Julian.

- Encontrar la grieta de la que salen y sellarla... por desgracia, no tengo experiencia sellando grietas... necesitamos otro Brujo.

- No cualquier Brujo, el más poderoso de Nueva York – dijo Isabelle.

- Magnus no está interesado en ayudar a los Shadowhunters – dijo Alec – él mismo lo dijo.

- Estoy de acuerdo con Alec... y cuando Magnus se propone algo, lo cumple hasta el final, así sean 50 años.

- ¿Acaso conoces a Magnus? – le preguntó Alec a lo que Carlota bufó acomodando su cabello.

- Es mi padrino.

- ¡¿Qué?! – gritamos todos al mismo tiempo.

- Ragnor Fell, mi padre adoptivo, era el mejor amigo de Magnus... él falleció hace unos meses... y dejó estipulado en su testamento, que, si algo le pasaba, Magnus sería mi tutor hasta que cumpliera la edad adulta de un Brujo... lo cual son 118 años.

- ¿Qué edad tienes? – preguntó Julian.

- Cumplí 90 años hace dos semanas... Magnus y yo tuvimos una pelea hace 50 años y no hemos hablado desde entonces – dijo bajando la mirada – aún así quise cumplir la última voluntad de mi padre y vine a Nueva York... ¿Y qué es lo que me encuentro? ¿A su mejor amigo sirviendo a la Reina de los Hipócritas?... el punto es que lo conozco mejor que nadie, no desistirá.

- Porque todavía piensa que la Reina Seelie está de su lado – dije tomando su mano – debe saber del trato que hizo con Valentine.

- No de mí, no quiere tener nada que ver conmigo – dijo Alec.

- No lo hagas personal – dijo Arthur.

- ¡No lo hago! – gritó Alec.

- Ustedes no lo conocen... no desistirá... y menos después de mi traición hacia los Brujos.

- Si ustedes no lo hacen, Isabelle y yo lo haremos – dije antes de intercambiar una mirada con Isabelle para dirigirnos a la salida, pero a penas dimos unos pasos cuando...

- ¡Yulie espera! – gritó Carlota a lo que me detuve antes de ver sobre mi hombro a ese par.

***

Shadowhunters: Sin pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora