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— ¿Y eso a mí qué me importa? — fingía desinterés y como si lo que le acababan de mencionar fuera algo que no le hubiera afectado.

— Harry, acaban de pasar un celo juntos. Deberían de estar juntos, sabes cómo funcionan las cosas— trató de hacerlo razonar sabiendo que muy probablemente lastima a su amigo.

— Él es libre, no está atado a mí y haber pasado un celo juntos no significa que tenga que estar conmigo ni yo con él. Si quisiera, ahora mismo estaría con un omega saciando mis deseos pero no lo quiero— su lobo gruñó con enojo cuando Harry pronunció aquello. No quería otro omega, quería el suyo y saber que estaba riendo con algún otro alfa lo estaba alterando.

Desde que sintió que su omega lo llamaba se sintió raro pero ahora que sabía la razón del porque se sintió traicionado, molesto y triste.

Claro que no podía reclamar nada a Louis, es decir, él fue quien lo empezó a ignorar sin poder describir todas las cosas que sentía. Su falta de comunicación estaba logrando que se separaran, que no lograran tener la conversación por la cual han esperado. Se siente frustrado y enojado consigo mismo.

Decide salir también a caminar. El anochecer está por empezar y Louis no ha llegado. Tiene la esperanza de verlo vagar por los rincones de la playa y acompañarle nuevamente en un viaje nocturno como lo fue en sus primeros días estando en ese lugar.

Tomó una chaqueta ligera pensando en que Louis probablemente tendría frío. Salió de la casa y su sorpresa iba llegando. Louis estaba riendo con otra persona, sus carcajadas eran muy fuertes.

—No puedo creer que lo hayas hecho— decía sosteniendo su estómago por la risa que le causaba la anécdota que Niall le acababa de contar.

— Lo hice y así gané 10 de los grandes a mi bolsillo.

El lobo de Louis se emocionó y reaccionó al aroma que salía desde la puerta de la casa. Estaban a unos 10 metros lejos de ahí pero pudo reconocer a su alfa.

— Bueno, aquí es donde me estoy quedando. En dos días nos vamos así que cuando quieras, sabes en dónde encontrarme y ya sabes también por qué zona vivo por cualquier cosa.

— Perfecto, mañana vengo por ti para ir a comer lo que te prometí— dijo acercándose un poco más a Louis.

— No te acerques tanto, está en la puerta— le dijo entre dientes riendo.

— Deja volteo— dijo seguido de un guiño y volteó toda la cabeza para ver a Harry que tenía el ceño fruncido y no se movía de su lugar— ¿Él es el problema? — lo veía con el ceño fruncido y Louis sonrió y asintió despacio.

— Creo que iré a cenar con ellos pero me gustó mucho pasar el día contigo. Nos vemos otro día. Ten— dijo tendiendo la delgada prenda que cubría su torso que claramente era de la persona contraria— me ayudó mucho, gracias.

— Puedes conservarla, como promesa de que nos volveremos a ver en algún momento— se sonrieron mutuamente y se fundieron en un abrazo amistoso.

Louis esperó a ver que Niall caminara unos metros más y se dio la vuelta, encontrando la puerta abierta pero nadie ahí. Frunció el ceño pero aún así caminó a la entrada, cerrando la puerta a sus espaldas. Lo primero que vio fue a los gemelos hablando con Lana en la sala de estar, le sonrió a su amiga y quería ir a su habitación para refrescar un poco su piel del sol al que estuvo expuesto.

Caminó con naturalidad y vio a Caleb fuera de la habitación que compartía con Harry, recargado en la puerta.

— Vamos, me tienes que contar todo de él— le dijo divertido, sabiendo que Harry estaría del otro lado de la puerta escuchando ya que se lo pidió como un favor a Caleb.

Just me & you... and the babyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora