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Tragó el nudo en su garganta y avanzó a atenderlos. No podía perder el profesionalismo, podrían incluso correrlo del trabajo si llegaban a verlo de mal humor con los comensales.

— Buenas tardes, bienvenidos a Tiperti, les dejo la carta. Por el momento ¿Hay algo que les pueda ofrecer? — preguntó con naturalidad, aunque tres de las cuatro personas lo veían con incredulidad.

— Louis— dijo James una vez lo vio— cariño, me da mucho gusto verte. No sabía que trabajabas aquí— él sonrió en grande queriendo ir a saludar debidamente al omega.

— Ha sido un buen tiempo— coincidió regresando la sonrisa— y me encantaría platicar con ustedes pero ahora estoy en horario laboral y lamentablemente no puedo hacerlo. Si me disculpan, iré a atender a otros comensales en lo que deciden ordenar.

Se dio media vuelta para ir a entregar otros platillos, sentía una mirada todo el tiempo y no se sentía del todo bien. Fue al baño a buscar un poco de alivio y lo obtuvo apenas unos pocos minutos antes de regresar a sus actividades.

Harry y su familia ordenaron. Antes de acercarse pudo escuchar a la omega que iba con ellos reír y comentar unas palabras, realmente no le importaba que tuviera para decir. A lo lejos observó cómo tocaba a Harry sutilmente y la incomodidad en el rostro del alfa menor. Sus miradas se llegaron a cruzar un par de veces pero dejó de verlo cuando los clientes fueron llegando más y más.

Finalmente la familia conocida por él se retiró, dejando propina para Louis. Justo cuando su turno terminaba.

Estaba agradecido, no quería estar más tiempo ahí, necesitaba un descanso y procesar lo que había pasado. Le pidió a su hermano ir por él, llegaría en quince minutos. En ese tiempo salió del restaurante para poder fumar y relajarse.

— No sabía que trabajabas aquí— habló alguien que se iba acercando a su lado, sacándole un susto.

— Dios mío, anúnciate antes de hablar. Estaba a punto de rociar el gas pimienta en tu rostro— dijo colocando su mano libre en su pecho tratando de calmar su acelerado corazón.

— Lo siento, pensé que si lo hacía huirías— contestó Harry parándose a su lado.

— ¿Por qué habría que huir? — pregunto antes de volver a llenar sus pulmones de humo. Estaba muy nervioso pero había aprendido a manejar eso, a no mostrar totalmente sus emociones.

— Por lo que viste— agachó la mirada, creyendo que Louis ahora sí iba a huir. El omega soltó una risita que desconcertó al alfa.

— Harry, no debería huir. Hablamos y resolvimos las cosas. No hay por qué huir.

— Lo siento.

— ¿Por qué te disculpas? — las ganas de fumar se esfumaron, así que apagó el cigarro en el piso aplastando la colilla con su zapato.

— Por lo mismo

— Harry, ¿Hablas de la chica con la que estabas? — le dolió preguntarlo, el alfa asintió— oye tranquilo, no te tienes que disculpar, lo nuestro pasó hace tiempo. Si ella te hace feliz está muy bien y estoy feliz de que hayas podido encontrar a alguien. De verdad me alegro por ti— le sonrió y acarició un poco su brazo. Por dentro estaba herido porque en el viaje le dijo que aún lo amaba, no puedes dejar de amar a una persona de la noche a la mañana. Él no lo había dejado de amar en más de 5 años.

— Lou, yo... — se sentía frustrado, quería besarlo justo en ese momento. Pero cuando estaba a punto de decir algo, pedirle su número u ofrecer llevarlo a casa, un auto se aparcó frente a ellos.

— Me dio gusto volverte a ver, Harry, cuídate. Este carruaje es para mí— bromeó subiendo al auto en el que no se veía quien era el conductor pero Louis conocía muy bien. Harry pensó que Louis había conocido a alguien también.

Just me & you... and the babyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora