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La mañana llegó junto con mensajes de Caleb dirigidos a Louis dando la localización del restaurante al que irían esta vez. Se bañó y cambió con una tranquilidad que parecía que nadie lo esperaba.

Salió con unos minutos de retraso pero se sentía muy cansado para correr o estar de ánimo para las actividades que se tenían planeadas para la ocasión. Caminó por la ruta que le indicaba el mapa virtual hasta llegar al lugar acordado, afuera del lugar estaban todos los demás, con ropas livianas y gafas de sol como él. Trató de no voltear a ver a Harry pero no lo pudo evitar. No podía ver sus ojos debido a los lentes oscuros pero estaba seguro que lo veía a él. O eso quería pensar.

Entraron al lugar, tomando asiento en una de las mesas disponibles y siendo atendidos por un mesero joven. Todos se quitaron los lentes una vez dentro pues la luz del sol ya no era tan molesta, todos menos ellos dos.

— ¿Por qué no se quitan los lentes? — preguntó Nina revisando la carta para pedir su desayuno.

— Oh, no lo había notado— comenta Louis, con una risa incómoda tratando de hacer algo para no quitarse las gafas, pero todas las miradas están puestas en él.

Finalmente retira el artefacto que cubría gran parte de su rostro, dejando ver las grandes bolsas moradas e hinchadas bajo sus ojos que están rojos de tanto llorar durante la noche. Sonríe falsa e incómodamente a los presentes y ahora esconde su vista en la carta tratando de concentrarse en que va a ordenar y no en que todos están asombrados por su aspecto.

Harry imita su acción, mostrando que su estado no era muy diferente. Las bolsas en sus ojos cansados, enojados y llorosos, mostraban que no pudo dormir bien; además de que en la casa lograron escuchar varias quejas del alfa, escucharon que salió en plena madrugada y regresó hasta pasado el amanecer.

Nadie decía nada y se formó un momento incómodo. Los gemelos realmente no sabían qué decir o cómo actuar, no entendían el porque ellos estaban en esa situación, si bien saben que convivir con alguien que le ayudó con el celo es un poco incómodo, su naturaleza le pide cuidar o proteger.

Al final todos ordenan el almuerzo y comen sumidos en silencio, sin decir algo relevante además de lo deliciosa que es la comida y las actividades que tienen preparadas para ese día.

— ¿Entonces todos están de acuerdo? — preguntó Lana para después meter un último bocado a su boca.

Todos asintieron, incluso Louis que no sabía qué habían planeado. Estaba muy concentrado en no ser débil y caer a la tentativa de ver a Harry, tan hermoso.

Salieron del lugar y caminaron juntos, nuevamente Louis estaba con Caleb y Lana, mientras que Harry iba al final de la fila, solo, tratando de buscar una forma para hablar con Louis.

Llegaron a la playa, todos colocando bloqueador sobre su piel y caminando para adentrarse en el mar. Por fin, Louis pudo meterse al mar y nadar como tanto había extrañado. Bajo su ropa llevaba un traje de baño completo, de mangas cortas y le cubría también la parte superior de sus muslos, marcaba tan bien su forma que nadie pudo evitar mirarlo un poco.

Sus curvas se marcaban con orgullo, dejando a la vista que no había marca en su cuello, era un omega sin alfa, uno que podría emparejarse en ese viaje.

Sin pensarlo dos veces caminó a la masa de agua para poder sumergirse en ella. A los pocos minutos lo siguió Caleb quien llevaba un traje de baño igualmente completo pero de tirantes, después se unió Lana, Alice, Nina y por último Harry.

No prestaban mucha atención al otro, cada uno divertido jugando con el agua. Louis se alejó lo suficiente para dejar de escuchar las conversaciones entre sus amigos.

Just me & you... and the babyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora