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—Cachorro, deja que mamá descanse— decía Harry acariciando su espalda para calmar sus arcadas, al menos para darle apoyo moral.

Era la cuarta vez que se despertaba en la madrugada a vomitar. Todas las veces Harry se había despertado al escuchar a Louis pararse de pronto para correr al baño. Louis estaba feliz de que el alfa estuviera ahí con ellos pero tenía miedo de que eso no sería siempre.

—Harry, no me dejes— decía llorando. Realmente las primeras dos veces lo despertaron las pesadillas.

Soñaba que Lía regresaba, que le arrebataba a su cachorro y que Harry no hacía nada por detenerla. Soñó que Lía volvía a hacerlo sufrir. Se sentía tan real, sintió las garras de la alfa en su piel, lastimándolo.

—Aquí estoy, cariño— realmente él no era consciente de sus palabras, no del todo. Tenía tanto sueño que sus palabras salían sin filtro.

Louis sabía que se refería al momento, no a la vida. Quería que el alfa lo abrazara que lo protegiera de todo, que lo amara, que no lo traicionara, que no lo hiciera sufrir.

Empezó a llorar más fuerte, un verdadero llanto. Eso alteró a Harry quien tomó a Louis en sus brazos y lo llevó a la cama, quería dejarlo ahí pero sabía que no se calmaría así que se sentó con su espalda en la cabecera de la cama y el omega entre sus piernas, protegiéndolo.

Louis lloraba y no podía dejar de hacerlo, se sentía devastado. Harry jamás lo llegaría a amar, si quiera a ver más allá de la mamá de su hijo.

—No me hagas daño, tu no— decía contra el cuello de Harry, por el cual también escurrían las lágrimas saladas que salían de sus ojos.

—Jamás, omega, jamás— arrullaba a Louis y lo marcaba con su olor para que se calmara.

—Me hizo daño y quiere regresar— decía procesando todo lo que pasó ese día— me quiere alejar de ti y de mi cachorro— mientras más lo pensaba tenía miedo de despertar y no tener en su vientre al amor de su vida, a su bebé— no dejes que nos lo quite, alfa, no mi bebé— lloró más y más.

Todo lo que decía confundía mucho a Harry que se preguntaba qué era todo lo que cruzaba por la cabeza de Louis para decir cosas así y ponerlo en ese estado.

Finalmente terminó dormido en sus brazos, lo acomodó de una mejor manera sobre la cama y lo abrazó para protegerlo de los pensamientos que lo rodeaban.


[A Ω]


Cuando Louis abrió los ojos y no encontró a nadie a su lado supo que todo había sido una locura, que al final de cuentas Leo tenía razón y Harry no lo veía más allá de una noche.

Las lágrimas se comenzaron a acumular en sus ojos y se abrazó a sí mismo, llorando en silencio y haciéndose bolita para tener una mejor posición.

Escuchó ruidos en la parte de abajo, supo que su madre estaría haciendo el desayuno pero para ese momento no tenía nada de hambre.

Estaba perdido en su sentir que no escuchó cuando la puerta de su habitación se abrió ni cuando unas cosas fueron puestas en la mesita de noche, tampoco sintió la cama hundiéndose a su lado. Sólo sintió unos brazos rodearlo y el característico olor del alfa hacer lo mismo.

Lloró más fuerte, porque dudó de Harry aún cuando nunca le dio motivos para hacerlo. Se dejó abrazar, se dejó llevar al pecho del contrario para llorar ahí.

Harry no entendía porque lloraba, suponía que era por lo que le había dicho el alfa el día anterior y estaba furioso por ello. Por su culpa Louis no estaba tranquilo, por su culpa no había dormido bien, por su culpa se había despegado del inodoro. Estaba repudiando a ese alfa, supuesto alfa. No debería de lastimar a un omega.

Just me & you... and the babyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora