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Había llegado el mensaje  de su amigo que estaba en camino a su departamento apenas unos 5 minutos atrás. El tiempo que se hacía para llegar de su casa al departamento era de aproximadamente 20 minutos.

Tiempo con el que no contaba.

Harry se había quedado con él toda la noche y se desvelaron y no precisamente platicando.

El departamento estaba totalmente impregnado por ambos olores, eran fuertes y sabían que serían abrumadores para un pequeño de apenas 3 años.

— Harry, ¿Qué vamos a hacer? Owen no puede estar aquí— estaba desesperado, pues por más que tuvieran una ventilación y aromatizantes artificiales, el olor seguía presente.

— No lo sé, deja de verme así— dijo y apartó la mirada del omega cuando encaró sus ojos y se dio cuenta de que su mirada era furiosa.

— Lo siento, lo lamento. Sólo estoy desesperado— tomó una profunda inhalación y se logró relajar un poco más— lo tengo. ¿Podemos ir a tu departamento y recibirlos ahí? — su mirada esperanzada y preocupada lograron convencer al alfa al instante.

— Por supuesto, es mejor. Podemos dejarlo dormir en una habitación de invitados y nosotros en la contigua— asintió también agradecido por la idea que tuvo Louis.

— Perfecto. Tenemos suficiente ropa allá, ¿Cierto? — trató de hacer memoria repasando los conjuntos que había en el armario del alfa.

— Suficiente para cuatro días.

— Perfecto. Ahora tenemos que empacar juegos y la comida que está en el refrigerador.

Se pusieron a trabajar en ello, con apuro y nerviosismo pues debería de faltar menos de diez minutos para que estuvieran ahí y necesitaban recibirlos al menos en la entrada del departamento.

Alexis y Owen no se habían mudado debido a que la madre del alfa mayor tuvo complicaciones médicas y no podía dejarla sola, habían atrasado los planes y tenían pensado retirarse después del cumpleaños del más pequeño, aunque debería dejar la escuela y cambiarlo a mitad del año, lo habían comentado y estuvieron de acuerdo con ello. La escuela a la que después asistiría Owen estaba enterada de la situación.

Cada sonido de un carro pasando por la avenida los ponía alerta pensando que podrían ser ellos y encontrarlos en esas condiciones.

El alfa interno de Harry estaba emocionado si alguien ajeno llegará a oler ese departamento, dejando en claro quién era el alfa de Louis, el único que podía sacar ese olor del cuerpo de Louis.

Pero Harry estaba apenado, era de muy mal gusto que alguien entrara a una casa en esas condiciones. Sus padres siempre le advirtieron que cuando se sabe que habrá visitas tenía que dejar la casa como si la fuera a vender y eso implica, ningún olor diferente al natural, al que cualquiera pudiera oler incluso en la calle sin llegar a molestar.

Louis por su lado, no tenía cabeza para pensar en ello. Sólo estaba enfocado en que no los atraparan ahí.

Dos minutos faltaban para que se cumplieran los 20 que probablemente Alexis se haría.

Salían del departamento y en las escaleras se encontraron al par de alfas, el mayor recordando todas las cosas que debía hacer para no parecer grosero y que su tío Lulu lo quisiera recibir más veces.

— Hola, que bueno que los encuentro— saludó Louis viendo a ambos.

— ¡Tío! ¡Otra vez vamos a dormir juntos! — se emocionó el pequeño dando pequeños saltos en su lugar.

— Sí, mi vida. Otra vez dormiremos juntos— sonrió cargando al pequeño en sus brazos para darle un sonoro beso en su mejilla.

— Te ayudo a subir todo lo que trajimos. ¿O van a comprar más cosas? — preguntó Alexis viendo las bolsas que cargaban con ellos.

Just me & you... and the babyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora