• ℂ𝕒𝕤𝕒𝕕𝕒𝕤 𝕡𝕠𝕣 𝕒𝕔𝕔𝕚𝕕𝕖𝕟𝕥𝕖, 𝕂𝕖𝕟𝕕𝕒𝕝𝕝 𝕁𝕖𝕟𝕟𝕖𝕣 𝕪 𝕋𝕦 •

Cap31 / MSYTE

Viernes 24 de Agosto del 2018 / 23 años (111/365 días de casadas)
Cuenta _____ Walsh.

Las cosas iban tranquilas en casa Walsh Jenner, sobre lo qué pasó en la fiesta de Kylie no recordaba mucho, solo un poco de la conversación que había llegado a tener con Kendall y ni siquiera entendía muy bien el orden de las palabras, al final había decidido dar esa conversación para el olvido, aunque recuerdos de un beso no dejaban de rondar por mi cabeza y yo no sabía si eso era real o no.

La puerta fue abierta sacándome de mis pensamientos, ahí entro un Adam serio y atrás de él una Kendall preocupada, los miré intentando descifrar que pasaba, entonces observe a mi mejor amigo esperando algo.

—¿No podías responder?— pregunto molesto, yo seguía sin entender nada y al parecer lo notaron.

—!______ por el amor de Dios! Llevas aquí desde las 7 de la mañana y te hemos estado llamado, pensamos que te había pasado algo— explicó mi esposa de una manera preocupada, pero un poco indignada, era cierto que ya era tarde, pero no entendía porque sus emociones negativas.

—Estuve aquí, solo perdí la noción del tiempo— explique y observe cómo frunció ceño Kendall, esta misma miró al rededor buscando algo y no entendía que buscaba aunque tampoco entendía su preocupación.

—¿Sola?— preguntó Ken, Adam la miró, quizás al igual que yo comprendió el tono que utilizó, eran como de celos, le di una mirada a mi mejor amigo.

—Si, les pedí a todos que se fueran porque necesitaba llenar cosas... además de hacer una videollamada con un socio y no quería interrupciones— explique mirándola fijamente a los ojos y Adam sonrió, yo fruncí ceño cuando vi su absurda sonrisa.

—Idiota, nos tenías asustados— dijo Kendall tranquilizándose, se sentó enfrente de mi y yo solo la miraba.

—Cierto, Daniel me dijo que te dijera que él y tu hermana se fueron a Londres con tu abuelo... y Pequeña, que esto no vuelva a suceder— dijo Adam burlón y sin esperar algo salió dejando a Kendall.

El silencio se hizo presente por toda la habitación, ella me miraba, sentía su mirada pesada, pero mi vista estaba en las hojas, seguía leyendo y ella estaba atenta a mis movimientos.

—¿Qué pasa?— pregunte sin dirigir mi mirada a ella y escuché su ridícula risita que me hizo sonreír.

—¿Vamos a cenar, cariño?— pregunto y eso hizo que la mirara pues no había llamado así desde hace días o quizás semanas, al notar que lo dude se puso nerviosa me imaginaba que era por el apodo que me había dicho —Seguramente solo desayunaste— continuo para que aceptara, rode los ojos admitiendo un poco que me conocía.

—Está bien, vamos— respondí poniéndome de pie, ella sonrió a lo grande y sin dudar se puso de pie rápidamente.

—Cenaremos comida italiana— aviso mientras caminaba adelante de mi.

—Tu tienes algo con la comida italiana— dije mientras reía, ella soltó una risita y se giró a verme mientras caminaba hacia atrás, algo tenía esta noche que me hipnotizaba, no sabía si era la forma en la que acomodo su cabello o que venía sin una gota de maquillaje.

—Amo la comida italiana— dijo con una gran sonrisa o quizás su sonrisa.

[...]

Habíamos decidido venir a un restaurante no tan lejos de casa, ya habíamos ordenado y ella esperaba la exquisita comida con una copa de vino, yo había pedido agua natural, no me sentía de ánimos para beber otra cosa, ella hizo tos falsa y me trajo de golpe a la realidad.

—Te pierdes— me dijo juguetonamente, le sonreí y baje la mirada.

Las sillas estabas acomodadas una silla enfrente de la otra, pero ahora era Kendall la que había movido su silla para quedar a un lado de mi.