Harry Potter pertenece a J.K. Rowling.
Solo nos pertenecen los OC.
La Pirata de los Cielos
La Orden del Fénix, retornó a la Casa Black. —Y aquí estoy yo, haciendo tu trabajo, Dumbledore —gruñó Céline, todos escucharon un ruido metálico a sus pies y encontraron dos objetos de metal quemado.
Los ojos de Albus Dumbledore, se abrieron como platos. —Esos... estos son...
—Dos de los Horrocruxes de Tom, así es. —dijo Céline agresivamente —El Guardapelo de Salazar Slytherin, ha estado aquí, desde hace ya muchos años. Y la piedra negra de los Gaunt, que estuvo en la choza de esa familia, bajo una gran cantidad de... barreras mágicas. Junto con el Diario que destruí en mi segundo año, la diadema en tercer año y la serpiente en el cementerio.
—Ya... ya veo... —fue todo lo que pudo decir Dumbledore, mientras que las lágrimas de frustración, bañaban su rostro y se sentía casi diez años más viejo. Nada estaba saliendo bien y él podía culparse a sí mismo, por su deseo de que Céline Potter, creciera lejos de su familia, rompiendo el muro entre las dimensiones, criándose en un ambiente completamente distinto y obteniendo cientos de miles de conocimientos, absolutamente desconocidos para él. Dumbledore suspiró y miró desconsolado a los miembros de la Orden, antes de mirar fijamente a Molly, quien sufrió un escalofrío —Molly —pronunció, como si le costara hacerlo — ¿Podrías por favor, prepararnos algo de comer, a todos? —la mujer asintió, viendo con algo de temor, al anciano, quien se fue a sentar pesadamente, mientras cubría sus ojos, con sus largos dedos —Gracias, querida.
—Me imagino, que todo salió bien el Glasgow, ¿verdad? —Preguntó Céline.
Dumbledore sufrió un escalofrío. —No necesitas preguntarlo, cuando ya lo sabes, Céline —Pronunció el anciano, suavemente.
Ella se encogió de hombros. —La distracción de los Mortífagos, me permitió deshacerme del fragmento de alma, dentro del Guardapelo e ir a buscar el Anillo. Al menos, los Mortífagos sirvieron como carne de cañón, para Tom. Espero que él, esté complacido.
—Con tantos Mortífagos muertos, esto podría empujarlo a ir hacía Azkaban y soltar a sus otros Mortífagos, tenemos que impedirlo —dijo Dumbledore, Céline asintió y eso le dijo saber aldirector, que ella lo dejaría hacerse cargo. Pero él, no podía permitirlo, Céline estaba arrebatando vidas de tantas personas, que podrían, tener una segunda oportunidad... si tan solo lo escucharan, entonces todos ellos, podrían ver que aquello que la luz ofrecía, era mejor que el ofrecimiento de la oscuridad. Podrían ser bienvenidos al redil, con Dumbledore como su pastor. Él sabía lo que era mejor y sería más fácil, más rápido y menos sangriento, si se sentaran y lo escucharan en verdad.
— ¿La guardia? —se extrañó Céline aquella mañana—. ¿Necesitamos una guardia para ir a King's Cross?
—Tú necesitas una guardia para ir a King's Cross —lo corrigió Hermione. —Eres la Niña que Vivió, etc., etc.
— ¿Por qué? —preguntó Céline con fastidio—. Tenía entendido que Tom intentaba pasar desapercibido, así que no irás a decirme que piensa saltar desde detrás de un cubo de basura para matarme, ¿verdad?
—No lo sé, eso es lo que ha dicho Ojoloco —replicó Hermione distraídamente, mirando su reloj—, pero si no nos vamos pronto, perderemos el tren, eso seguro...
Tardaron veinte minutos en llegar a King's Cross a pie, y en ese rato no ocurrió nada digno de mención, salvo que Sirius asustó a un par de gatos para distraer a Céline y a Alex. Una vez dentro de la estación, se quedaron con disimulo junto a la barrera que había entre el andén número nueve y el número diez hasta que no hubo Moros en la costa; entonces, uno a uno, se apoyaron en ella y la atravesaron fácilmente, apareciendo en el andén nueve y tres cuartos, donde el expreso de Hogwarts escupía vapor y hollín junto a un montón de alumnos que aguardaban con sus familias la hora de partir. Alex aspiró aquel familiar aroma y notó que le subía la moral... Iba a regresar a Hogwarts, por fin... —Espero que los demás lleguen a tiempo —comentó la señora Weasley, nerviosa, y giró la cabeza hacia el arco de hierro forjado que había en el andén, por donde entraban los que iban llegando.
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La Pirata de los Cielos
FanficSi Albus Dumbledore, hubiera sido humilde y no hubiera intentado manipular dos profecías (una consciente de su existencia, pero no la otra), entonces, el resultado podría haber sido otro: Él permitió que su arrogancia, le superara. Y todo se arruinó...