Harry Potter pertenece a J.K. Rowling.
Solo nos pertenecen los OC.
La Pirata de los Cielos
—Señor Ministro: —Alex agradecía que su hermana, comenzara la charla, una vez que llegaron a la oficina del Ministro y Madame Bones, estaba allí también. Si Alex era sincero, él no se veía, explicándolo todo —Como usted mismo lo ha comprobado visualmente, no mentíamos el año pasado. Y Dumbledore no tiene motivos para intentar tomar su puesto.
—Sí. Les debo una disculpa a ustedes, a sus padres y a Dumbledore —dijo Fudge, el hombre suspiró y se pasó las manos por el cabello —Efectivamente... él está de regreso. Entonces, ¿Volvió al final del Torneo de los Tres Magos? —quería confirmarlo.
—Así es, Señor Ministro —dijo Céline, mientras retiraba el parche de su otro ojo, Fudge y Lady Bones, retrocedieron asombrados, mientras que ella extraía su propio recuerdo y los cuatro, eran encerrados en una ilusión, en el recuerdo de Céline y Alex, para ver lo ocurrido en el cementerio y como resucitó Tom Sorvolo Ryddle. —Hueso del padre, donado sin saberlo. Sangre del enemigo tomada por la fuerza y Carne de Vasallo entregada voluntariamente.
—Eres grandiosa luchando, para tener menos de catorce años, Srta. Volkova. —Elogió el ministro, mientras extraía un papel y comenzaba a escribir algo.
—Gracias, señor. —Agradeció ella. Bones y Fudge vieron asombrados, asustados y maravillados, todo al mismo tiempo, como Céline masacraba a muchos de los Mortífagos allí presentes, antes de que ellos se retiraran. —No puedo decírseles todo. Solo puedo dejarles saber, que Voldemort ha jugado con una de las magias más oscuras, que existen en este mundo. Pocos saben de ellos y cientos de países, lo consideran un tabú. —la seriedad de la joven, les dejó regresar a donde estaban y la situación actual —Una magia sumamente retorcida, podríamos decirlo. Y.... prefiero dejarlo así. Pero estoy acabando con sus anclas. Con lo que lo retiene en este mundo y Dumbledore también, junto a...
— ¿La Orden del Fénix? —Preguntó Lady Bones suavemente y los hermanos asintieron. Mientras tanto, Fudge colocaba un sello y luego otro y después, cambiaba el color de la tinta en su tintero personal y firmaba algo.
—Céline los ha destruido, prácticamente todos. Así que actualmente, es solo... un humano muy anciano y con más poder del ordinario, pero nuevamente es mortal. —Aseguró Alex sonriente. Céline resistió el deseo de gemir y poner los ojos en blanco. Cuanto odiaba cuando su dulce hermano la elogiara, como si ella fuera la diosa de la magia. Ella solo estudiaba. Desde que llegó a Koasefold, había estado estudiando magia y así había seguido.
—La magia que le permitió ser un espectro consciente, poseer a Quirrell en el 91 y crear aquel cuerpo de bebé deforme, se ha ido. —aseguró Céline —Ahora, tenemos que matarlo.
—Traeré a Dolores de vuelta a su puesto. —dijo Fudge —Amelia, te daré todo el presupuesto que necesites, pero también espero que comprendas, que necesitamos a tantos Aurores a lo largo y ancho del país, como podamos permitirnos. —el ministro entregó a Amelia, un documento sellado, que ella se resistió a abrir allí mismo.
—Comprendo perfectamente, Sr. Ministro. —aseguró Amelia, con una venia, muerta de curiosidad, por lo que podría estar escrito en ese pergamino.
—Y pediré que algún Auror de alto rango, sea el maestro el año que viene, para que todos ustedes, tengan el entrenamiento necesario, si es que llega a hacer falta —aseguró Fudge, mientras acariciaba su barbilla.
—Creo que esto, será lo mejor —dijeron los hermanos Potter.
Alguien llamó a la puerta. — ¡Adelante! —dijo Fudge, viendo entrar a James y Lily, quienes abrazaron a sus hijos y a Albus. —Amelia: Voy a necesitar, para mañana, a todos los jefes de Departamento, que puedan hacer falta, para organizar todo de cara a la guerra. Debemos de reforzar Azkaban. Varios escaparon y aunque algunos murieron, no es una certeza, que aquellos presos que no necesariamente sean Mortífagos, además de los Dementores, no se unan a él. Ordena a seis personas, para que busquen en toda la biblioteca, hasta encontrar hechizos que literalmente destruyan o maten (o lo que sea) a los Dementores. Prefiero una guerra, sin ellos. —Dumbledore abrió la boca, pero Fudge fue más rápido —Albus: Que Rubeus (Hagrid) busque a los Gigantes y los convenza de permanecer neutrales y pídeles lo mismo a Filius, necesitamos que: O estén de nuestra parte o se mantengan al margen y no se unan a Voldemort.
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La Pirata de los Cielos
FanfictionSi Albus Dumbledore, hubiera sido humilde y no hubiera intentado manipular dos profecías (una consciente de su existencia, pero no la otra), entonces, el resultado podría haber sido otro: Él permitió que su arrogancia, le superara. Y todo se arruinó...