4. control de daños

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Tocó a la puerta de la entrenadora Syches con el estómago revuelto.

"Adelante"

Marie entró y encontró a su entrenadora sentada en su escritorio. Pensó que estaría descansando, al menos, esta semana. Los entrenamientos para la liga europea no comenzaban sino en dos semanas más.

"Mercier" la saludó. "Siéntate"

Por algún motivo, Marie tuvo la misma sensación que cuando el profesor Flitwick la llamaba a su oficina.

"¿Algo que quieras contarme?" preguntó mirando el anillo en su mano.

Marie suspiró. No había forma de evitar la respuesta aquí. La entrenadora Syches no era sólo eso. Claro, las guiaba a ella y al resto del equipo durante la temporada, pero llevando tres años con las Arpías de Holyhead, ya la sentía como parte de su familia, una amiga, una confidente.

"En realidad, no puedo hacerlo"

"Me escribieron de El Profeta por un comentario" le contó. "Preguntándome por tu reciente boda. ¿Cómo crees que me cayó la noticia?"

Marie apretó los labios. Era peor que cuando estaba en el colegio. Entonces, casi nunca tenía motivos para ser castigada. Cuando Flitwick la llamaba a su oficina, que no habían sido muchas veces, había sido para preguntarle por una baja en sus notas (durante el tiempo en que su padre se enfermó) y otra vez para preguntar por un mal entendido que había tenido con una chica de Gryffindor (que terminó con polvos Bullbadox en las habitaciones de Gryffindor y una bomba fétida en la Sala Común de Ravenclaw).

Ahora, por otro lado, tenía motivos para estar nerviosa.

"Entrenadora..."

"Pensé que era mentira. Ya sabes. Prensa oportunista. Pero ahora veo ese anillo en tu dedo..."

La entrenadora Syches se perdió en su argolla.

"¿Así que es verdad?" 

Marie se miró las manos. Se preguntó si ese sería el momento en el que se quebraría ante el miedo y la frustración de haber metido la pata tan hasta el fondo. Con sus padres era fácil. Estaba acostumbrada a mostrarse fuerte, a engañarlos. A Fred lo había regañado antes de echarlo de su departamento luego del desayuno. Pero con Syches...

Asintió.

"No me malinterpretes, Mercier" le aclaró siendo un poco más suave. "Estoy feliz por ti. Solo me hubiese gustado que..."

"No" la interrumpió. Su voz se quebró un poco. "Usted no entiende. Estoy casada, pero fue un accidente"

Entonces Syches recobró su compostura habitual. Se le cuadraron los hombros y frunció el ceño.

"¿Qué?"

"No recuerdo nada" admitió llena de vergüenza, pero sabía que no podía mentirle a su entrenadora. Syches era su mentora. Sentía que le debía ser honesta. "Desperté ayer, con mi ex novio en mi casa y anillos en nuestros dedos"

Luego de un momento de silencio, su entrenadora suspiró.

"¿Estás teniendo problemas con el alcohol, Marie?"

"¡No!" le aseguró. "Es todo lo contrario, de hecho. Creo que hacía cinco años no tomaba un chupito de whiskey de fuego"

"Déjame ver tu mano"

Marie extendió la mano y dejó que la entrenadora Syches la inspeccionara. Los dedos de la entrenadora eran largos y ásperos. Solía jugar de cazadora, y tenía la punta de los dedos llenos de callos por el roce de la madera y la pelota.

"No puedo negar que es algo que me habría gustado ver" comentó. "Es lo que deseo para todas ustedes. Que sean felices, sea lo que sea que eso implique, pero... Creo que esta ocasión en particular no es muy alegre"

Marie se mordió el labio.

"Metí la pata"

"¿Qué vas a hacer al respecto?"

"Ni si quiera sé qué puedo hacer, esto..." se miró el anillo. "Ni si quiera sé cómo deshacerlo"

"Ah, sí. A ese punto quería llegar" Syches se acomodó en su silla y se inclinó hacia adelante. Tenía esa expresión en el rostro que ponía justo antes de darles noticias desagradables. "Necesito que lo mantengas... Durante un tiempo"

Su entrenadora se veía tan imperturbable que Marie se preguntó si habría escuchado mal.

"¿Perdón?"

"Estamos cerca de la liga europea, Marie. Los patrocinadores están renovando contratos con el equipo. Las arpías nos enorgullecemos de nuestra disciplina, nuestra integridad. ¿Cómo crees que se va a ver que mi capitana se haya emborrachado una noche y haya amanecido casada?"

Un rubor carmesí le subió a las mejillas. Disciplina. Integridad.

"Usted me conoce" le dijo. "Mi disciplina. Mi integridad"

"Lo sé, Marie" le respondió con un tono cansado. "Nadie te ha regalado tu título, ni si quiera yo. Pero piensa en la prensa. Van a hacer un festín de esta historia. Nadie te ha visto públicamente con pareja durante todos los años que llevas en el equipo. Y ahora, de la nada, un matrimonio anulado en veinticuatro horas. ¿Qué van a decir?"

Marie se mordió el labio. Sabía lo que iban a decir. Que Marie Mercier, capitana de las Arpías De Holyhead, se había emborrachado hasta las cachas y en medio de un capricho (y probablemente de una calentura) se había casado con el primer tipo que pilló disponible.

Juzgarían su ética laboral. Su capacidad de liderazgo. Su seriedad. Todo. Todo por lo que llevaba años trabajando, desde que estaba en el colegio. A pesar de que una cosa y la otra no tenían nada que ver. La juzgarían y acabarían con ella en un batir de alas y nadie lo cuestionaría dos veces.

Marie odiaba a la prensa amarillista y barata.

"¿Entonces? ¿Qué? ¿Tengo que mantener este matrimonio hasta la liga europea?"

Syches se quedó callada un rato.

"Es el hermano de Ginny, ¿verdad?" Marie asintió. "Reconocí la cabellera pelirroja en la foto. Bueno. Si su hermana está en el equipo, entenderá los motivos que tenemos para no deshacer este enredo todavía, ¿no?"

Marie no dijo nada. Eran conjeturas muy grandes. No sabía nada de la vida de Fred. Si tendría novia, si estaría enamorado de alguien más, si tenía planes de dejar el país e irse a al Himalaya mañana por la mañana... Muchas cosas podrían interferir con un matrimonio. Y un matrimonio podía interferir con muchas cosas.

"Es un favor muy grande que pedir" dijo Marie.

Doris Syches le dedicó una mirada conocedora.

"Es un aprieto muy grande en el que te metiste"

recién casados • fred weasley fanfictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora