39. cabreada

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La cena transcurrió mejor de lo que Marie habría esperado, considerando la conversación que había tenido con Fred de camino al restaurante.

El remate llegó cuando se aparecieron en Holyhead y subieron las escaleras hacia el departamento de Marie, donde encontraron una bolsa de viaje, un tarro de patatas fritas en el suelo, una maleta, y sentada sobre ella, a Nora Mercier.

"Estás de coña"

"¡Marie!"

Nora se puso de pie con los brazos en alto, como una porrista alentando a su equipo. Esperó a Marie en la puerta, extendiendo sus brazos hacia ella mientras su hermana se acercaba.

Fred se quedó a una distancia prudente, viendo cómo Marie se acercaba a la persona que, incluso más que sus padres, incluso más que él mismo, más la sacaba de sus casillas.

"Nora" dijo débilmente mientras los brazos de su hermana le rodeaban los hombros. "¿Qué haces aquí?"

Nora la abrazó tan fuerte que podía jurar que su perfume se impregnó en todos sus poros.

"Recibí la invitación a tu boda" le respondió sacando el montón de encaje que Molly había escogido de su bolso para mostrárselo.

"Eso es en dos semanas" señaló Marie.

"¡No pretendías que llegara el día de la boda, Gatita!"

Tuvo que apretar los dientes ante el apodo. Nora le había puesto así cuando eran niñas por la gata Marie, de los Aristogatos, lo que resultaba tierno cuando eran niñas, no tanto cuando comenzó a usarlo en el colegio y otras personas escucharon.

"Pero... ¿Dos semanas antes?"

"Hola, Nora"

"Ah, el novio"

A Nora nunca le había agradado Fred. Ni si quiera en el colegio. Si los padres de Marie estaban al borde de sus asientos por adoptarlo a la primera que pudieran, Nora estaba esperando para pegarle una zancadilla cuando nadie miraba.

Marie siempre lo atribuyó a que Nora era una estirada. En el colegio, salía con los de Slytherin (su propia casa) o los de Ravenclaw, con chicos de familias mágicas, mientras más antiguas mejor, y necesariamente ricas.

No le gustaban los Weasley, ninguno de ellos, y especialmente Fred.

"Es lindo verte a ti también"

Fred abrió la puerta y llevó las cosas de Nora consigo. Si había algo que Marie siempre le reconocería a Fred, era que siempre había intentado ser amable con su hermana.

Al encontrar la puerta abierta, Nora no vio más que una invitación y se dejó entrar.

Marie la siguió adentro.

"Nora" volvió a intentarlo. "¿Te quedarás en Holyhead hasta la boda?"

"¿Que si me quedaré en Holyhead?" preguntó dándose la vuelta. "¡Me quedaré contigo!"

Nora le sonrió, con su enorme sonrisa de labios rosados y sus rizos rubios rebotando a los costados de su rostro, y Marie se preguntó cuántos años le darían en Azkaban por asesinar a su hermana.

"¿Conmigo?" repitió. "Yo vivo aquí con Fred"

"Oh, no es problema" aseguró. "Te prometo que no saldré de la habitación de invitados"

"No hay habitación de invitados"

Nora se dio la vuelta y miró alrededor con una nueva expresión, como si estuviera viendo el departamento por primera vez.

recién casados • fred weasley fanfictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora