Noviembre, 1995
Marie estaba sacando su suéter de su bolso cuando escuchó el carraspeo detrás de ella. No tuvo que girarse para saber quién era.
"¿Puedo ayudarte en algo, Weasley?" le preguntó dando vuelta el suéter que tenía las costuras hacia afuera.
"Este fin de semana hay una salida a Hogsmeade" le dijo Fred con las manos en la espalda. A Marie le daba la impresión de que quería parecer mejor comportado de lo que era.
"Estoy al tanto"
Le sonrió antes de pasarse el suéter por encima de la cabeza. Se pasó la mano por el cuello para sacar el cabello que había quedado dentro, y se fijó en que la mirada de Fred se desviaba hacia el cabello que hacía una curva en el aire antes de devolverse a sus ojos.
"Tal vez te gustaría ir conmigo"
Marie no pudo evitar soltar una suave risa.
"Ya te dije que no vamos a liarnos en Las Tres Escobas, Weasley" le dijo sin inmutarse. "Búscate a otra para eso"
Marie se echó la mochila al hombro para salir de la Sala de Menesteres. Si no se iba ahora, llegaría pasado el toque de queda a la Sala Común de Ravenclaw.
Fred la siguió.
"¿Acaso no podemos ir como amigos?" le preguntó por encima de su hombro.
Marie se detuvo.
"¿Amigos?" le preguntó sin creerle absolutamente nada. "¿Qué? ¿Necesitas que alguien te dé clases de Quidditch?"
Él sonrió. Marie tenía que reconocerlo. Fred Weasley tenía una sonrisa que hacía que le temblaran las rodillas.
"¿Si así fuera me las darías?" le preguntó inclinándose hacia ella. "Me encanta verte en tu escoba"
"Lo que te gusta es verme el trasero con las calzas del uniforme"
Marie siguió su camino. Hacía ya varias semanas que Fred andaba así detrás de ella, siguiéndola a su Sala Común después de las reuniones con el Ejército de Dumbledore. Había empezado con bromas suaves e inocentes, algunos comentarios para provocarla, y esas sonrisas que le resultaban tan peligrosas, pero cuando Marie le dijo que no saldría con él ni en un millón de años, Fred solo se lo tomó como un desafío.
A Marie no le gustaba eso. Le encantaba Fred, sí, eso podía reconocérselo a sí misma. Siempre había sido guapo, y no podía evitar sentirse atraída a esa locura y salvajismo que danzaba debajo de sus ojos, como un llamado a ella, una invitación para pasarse al otro lado. A danzar sobre la cuerda floja sin importarle si caía al vacío.
Tal vez lo habría hecho hace mucho tiempo si no hubiese sido por su reputación.
Salir con Fred habría sido divertido. El pelirrojo era encantador y a Marie se le ocurría que besaba increíble, como para derretirse, pero también sabía que así como ese mes había estado detrás de ella, el próximo estaría detrás de otra, y luego de otra, y de otra, y a ella no le gustaba ser su diversión del momento. No le gustaba ser un capricho.
"¿Puedes culparme?"
Lo miró. Fred todavía llevaba las manos en la espalda, y Marie se preguntó qué tan traviesas serían esas manos como para que las tuviera ocultas detrás de su cuerpo.
"Eres incorregible" sentenció. "No voy a salir contigo, Weasley. Invita a otra chica"
Marie llegó a la puerta de la Sala Común, y tocó la aldaba de águila que de inmediato se puso muy derecha y le preguntó:
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recién casados • fred weasley fanfiction
FanfictionFred y Marie se reencuentran años después de haber terminado su relación y creen que ir por un par de tragos para recordar viejos tiempos es una buena idea. Algo inocente. Es una pésima idea. Al día siguiente, Fred y Marie despiertan juntos, en la...