"¡Que te fuiste!" exclamó Fred. "¡No quisiste casarte conmigo en ese entonces y te fuiste a Francia!"
"¡Yo quería casarme contigo!" le espetó. "¡Todo lo que quería era casarme contigo!"
"¡No, no era todo lo que querías!" dijo él y se calló de golpe, arrepentido. Respiró profundamente y reformuló: "Querías otras cosas, Marie. Y eso estaba bien. Pero no digas que casarte conmigo era todo lo que querías, porque no lo era"
"Quería una carrera" dijo ella, estando de acuerdo. "Quería cumplir mi sueño y estar donde estoy hoy. Lo quise desde el colegio, nunca te lo oculté. Pero quería casarme contigo"
"¡¿Y por qué no lo hiciste?!"
"¡Porque me lo estabas pidiendo por las razones equivocadas!" le respondió. "¡Me lo estabas pidiendo porque estábamos mal, porque nuestra relación estaba muriendo y tú creíste que así podrías revivirla!"
"¿Y cuál era la forma?" preguntó, con el ceño fruncido y las manos abiertas.
Marie desvió la mirada de los ojos de él, y se animó a decirle las palabras que tenía que escuchar.
"No había forma" le dijo. "No había forma, Fred. Habíamos llegado al final. Creíste que podías salvarnos pero ese siempre iba a ser el final"
Él negó con la cabeza. Toda su actitud calmada y cordial de los últimos meses se estaba desmoronando a su alrededor, como una armadura que iba cayendo pieza por pieza.
"¿Sabes lo ridículo que suena eso?" le preguntó, y Marie vio por un momento al niño que conoció en un castillo en Escocia. "¿Que yo quisiera casarme contigo y tú quisieras casarte conmigo y aún así me digas que era el final?"
"¡Estábamos rotos!" explotó ella. "¡No me mirabas, no me hablabas! Podía notar la distancia creciendo entre nosotros, Fred, podía sentirla. Podía físicamente sentirla. ¿Y tú creías que todo se iba a arreglar con un anillo?"
"Creía que se iba a arreglar con una muestra de compromiso" corrigió. "Quería que me reafirmaras que eso era lo que querías"
"¡¿Cuándo comenzaste a dudarlo?!"
"¡Cuando te alejaste de mí!" lanzó. "Dices que no te miraba, que no te hablaba, ¡pero yo veía la forma en que tú me mirabas! ¡Veía la forma en que comenzaste a mirar el departamento, la tienda, todo! ¿Crees que no notaba cómo ibas dándote cuenta poco a poco del error que habías cometido?"
"¿De qué hablas?"
"¡Rechazaste esa beca en Alemania y me resentiste por ello!" apuntó. "¡Y quizás me lo merecía, Marie, pero no digas que fui yo el que te cerró la puerta cuando la llave la echaron desde adentro!"
Marie se quedó de pie ahí, en la sala de estar, con las manos a los costados.
"Eso no es verdad" murmuró.
"Es verdad" Fred no había perdido su voz. "Estabas molesta, Marie. Estabas molesta conmigo, y con el departamento, y con la tienda, y con todo lo que teníamos. Joder, hasta tenías tu carácter con George, pero no estabas tan molesta con nadie como lo estabas conmigo"
Marie negó con la cabeza.
"¡Así que pensé que debía ofrecerte algo!" explicó. "Tenía que ofrecerte algo para que tu sacrificio valiera la pena. Y te ofrecí mi vida. Te ofrecí todo lo que tenía, y todo en lo que podría convertirme. Y no fue suficiente"
Ella lo miró a los ojos.
"Un matrimonio no es una moneda de cambio"
Él tenía la respiración agitada.
"Dile eso a un hombre desesperado"
Marie removió sus pies en la alfombra y caminó lentamente al sillón. El cojín se hundió bajo su peso cuando tomó asiento.
"No te resentía" murmuró, mirándose los pies.
"Marie..."
"No te resentía, te lo juro" aseguró. "Lo que pasa es que... Creo que me odiaba, un poco, por haber tomado esa decisión. Yo sabía que... Que no podía culparte. Me di cuenta de que fue una mala decisión, una decisión idiota y no podía culparte. No podía hacer responsable a nadie más que a mí misma"
Las palabras salieron atropelladas, y Marie se sintió de vuelta en el noventa y nueve, atrapada en la angustia de creer que había tirado su carrera por el retrete antes incluso de haber podido intentarlo.
"Y me odiaba por eso. No por tomar una mala decisión sino... Sino por ser esa persona, por ser esa mujer que pone a un hombre antes que ella" confesó, y tuvo una sensación de ligereza y de vergüenza que no había tenido en mucho tiempo. "Me sentía... Tonta. Insegura. Y no... Todavía no sé si lo habría hecho por alguien más. En ese tiempo sabía que lo había hecho por ti, porque eras tú, porque éramos nosotros. Creía que nadie nunca me importaría tanto como tú, y creo que por eso... Creo que fue eso. Me odiaba por haber sido así, por ponerte primero, y al mismo tiempo tú eras la persona por la que me ponía así, ¿tiene sentido?"
Fred, que seguía de pie frente a ella, negó con la cabeza.
"Nada de eso tiene sentido, Mar"
A ella se le escapó una risa. Un sonido breve y honesto, y no pudo evitar que su risa se convirtiera en algo cada vez más grande, hasta que Marie reía a carcajadas, y la risa de Fred se unió a la de ella. Sus ojos se llenaron de lágrimas y el estómago de ella llegó a dolerle del esfuerzo.
Cuando dejaron de reír, se miraron a los ojos. Fred se sentó junto a ella.
"¿Puedes perdonarme?"
Marie creyó que debía estar loca, porque con esas dos palabras, unas lágrimas distintas aparecieron en sus ojos, y una mueca se apoderó de su boca.
"Fred..." le dijo, y se atrevió a poner una mano en su mejilla. "Éramos unos niños"
En el momento en el que lo dijo, supo que era cierto.
Y eso fue sanador. Sintió como si se levantaran de su corazón las cargas que había estado llevando consigo. Supo que podrían pasar toda la noche diseccionando los últimos meses de su relación, y jamás llegarían a una verdad mayor que esa.
Fred puso su mano encima de la suya, y Marie sintió cómo se apoyaba contra su tacto. Sintió el suspiro que dejó salir, su aliento caliente sobre su palma. Luego tomó la mano de Marie y le dejó un beso ahí donde su aliento acababa de acariciar su piel.
"¿Qué te parece si hago esa carbonara después de todo?"
Ella sonrió. No era necesario decir más, al menos, por ahora.
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recién casados • fred weasley fanfiction
FanfictionFred y Marie se reencuentran años después de haber terminado su relación y creen que ir por un par de tragos para recordar viejos tiempos es una buena idea. Algo inocente. Es una pésima idea. Al día siguiente, Fred y Marie despiertan juntos, en la...