daylight ── ❛NANAMI KENTO; JUJUTSU KAISEN

- extra 02: birds of a feather

— Suelta todo — Mahito bebé un gran sorbo de su té helado mientras me juzga con la mirada, su ropa me parece de lo más genial y ese collar con aquella inicial que no es la de su nombre me causa cierta curiosidad, pero sé que si le pregunta por ella desviará el tema y me gritara que ha viajado desde Osaka hasta acá para saber sobre mis asombrosas vacaciones de verano y por sus regalos que le he comprado.

Veo a Mahito seguido, demasiado si soy honesta, creía que una vez termináramos la universidad sería difícil que volviéramos a coincidir a como lo hacíamos en ese tiempo, pero manteníamos el contacto con largas llamadas durante la semana y luego por su trabajo él venía a Tokyo cada tanto así que realmente nunca lo extrañé porque seguía teniéndolo muy presente y eso me alegraba, seguía queriendo a Mahito con el mismo cariño de hermanos que habíamos forjado.

— Oye enserio estas algo delgada, esperaba que volvieras con más peso porque hay mucha comida genial en el extranjero — señala. Estamos en una pequeña cafetería en el centro, Yuuji seguía en casa de Megumi porque él también quería ponerse al día con su amigo, Kento tenía trabajo y yo tenía tiempo libre.

— Ni lo digas — bufé haciendo un puchero — Tres días después de pisar Grecia pesque una bacteria y todo me daba absolutamente asco, me la pase comiendo fruta y yogurt porque de ninguna forma podía comer pasta o carne.

— Pobre Hina, en Grecia y comiendo fruta — finge llorar pero solo se que se burla de mi así que le doy un pequeño golpe en el hombro que lo hace quejarse — Como sea, vine aquí por mis regalos y porque quiero escuchar de las vacaciones pasando por alto tu enfermedad.

— Tú y Satoru se llevarían bien — bromeó pero el solo niega varias veces demostrando su incomodidad.

Mahito seguía sin tener el coraje para cruzar más de dos palabras con Satoru, tras el escándalo de su matrimonio y de la adopción de sus hijas muchas personas del medio decían que era algo que jamás se olvidaría, mi amigo me llamó diciendo que sus padres casi lloraron porque de haber sabido de los gustos del único hijo de la familia Gojo hubieran hecho de todo para unirlo a con él y aquello le disgustó tanto a mi amigo que casi lo escuché vomitar por el otro lado del teléfono. Pero yo me lleve la sorpresa cuando borracho en nuestro último semestre de universidad Mahito besó a la promesa de la carrera de derecho Higuruma, era de esperarse que también tuviera esa clase de gustos pero aun así me tomo desprevenida.

Mientras él se termina su té helado y me escucha hablar yo solo puedo sentir como solo con observar aquella rebanada de pastel de chocolate que está en la mesa comienza a darme asco incluso cuando no la he probado. Juraría que estaba mejor, me sentí aliviada cuando al llegar a Hawai'i había dejado de sentir las náuseas con la comida, incluso cuando hemos regresado podía dar por hecho que me había curado por completo pero nuevamente sentía esas náuseas. A penas he terminado de contarle a Mahito sobre el hotel que no he soportado más, he cubierto mi boca con mi mano y me he levantado corriendo en dirección al baño.

Me he metido al primer cubículo vacío y he vaciado mi estómago ahí, mi desayuno que había consistido en huevos revueltos y jugo de uvas he quedado en la taza del baño de aquella cafetería y con un pequeño dolor en mi pecho que me ha hecho sudar frío. Odiaba enfermarme y más si era del estómago porque solo podía aliviarme si vomitaba y aquello era
lo peor, cuando estoy segura de que nada más saldrá de mí bajo la palanca para deshacerme de todo rastro. Me lavo las manos y observo mi reflejo en el espejo, mi amigo tenía razón, estaba un poco más delgada y me sentía débil, las vacaciones me habían dejado más cansada pero habían sido las mejores.

— ¿Estas bien? — Escucho a mi amigo preguntar afuera del baño.

— Lo estoy — le digo, me apresuro a lavar mis manos y por fin salgo hacia el pasillo en donde está el, sostiene mi bolso y luce algo preocupado — Creo que iré al hospital para revisar que todo esté bien, odiaría caer enferma de nuevo.