Capítulo 36 - La burbuja

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Drake

¿Y sí algún día esa se convirtiera en la verdadera noticia? Pensó mientras miraba a su prometida.

No era tan descabellado, ¿no?

Al ver qué Fran se echaba las manos a la cabeza, María se apresuró y agitó la mano, enseñándoles el anillo.

- Papá, respira hondo que no vas a ser abuelo le dijo Pedro riéndose.

- ¿Os casáis? Preguntó entonces Clara, sin poder disimular su cara de sorpresa.

- Esa es la idea mami, le respondió María con una sonrisa.

Clara se emocionó y se levantó corriendo, directa a dar un abrazo a su hija.

Estaba contemplándolas abrazarse, cuando Fran llamó su atención:

- Ejem ejem.

Al girarse para mirarle, se quedó paralizado.

Desde que le conocía, jamás le había visto mirarle con un semblante tan serio.

María

Mientras abrazaba a su madre, su padre, sin que nadie se diese cuenta, la había guiñado un ojo.

- ¿A quién le has pedido permiso para casarte con mi hija? preguntó intentando sonar enfadado.

La interpretación no es lo tuyo papá, pensó disimulando una sonrisa.

- Yo, yo... lo siento Fran contestó su prometido.

No se podía creer que Drake se estuviese tragando la broma de su padre, se les notaba a leguas que no hablaba en serio.

- Lo siento de verdad, sé que primero debería haberte pedido permiso, pero...

Soy una mala persona por estar disfrutando de esto, se dijo a sí misma sonriendo.

Su padre asintió al escucharle e intentando mantener la pose, añadió sin dejarle terminar:

- Los dos sabemos, que el permiso del padre de la novia es un trámite indispensable.

Su madre, que le conocía bien, le había calado e intercedió antes de que siguiese intentando intimidar a Drake.

- Francisco, deja de reírte de mi futuro yerno.

- A qué cuando quiero, asustó la contestó.

Después de pronunciar aquellas palabras, su padre, no aguanto más sin reírse y viendo la cara de alivio de Drake, estalló en una carcajada.

Drake

Que mal lo acababa de pasar, y eso que solo habían sido unos minutos.

Viendo cómo María se reía a su lado, intuyó que sabía de sobra que su padre se había estado riendo de él.

Será cabrona pensó mirándola embobado.

Después de ese momento tan tenso, al menos para él, Fran se levantó a darle un abrazo.

- Ahora ya eres de la familia chaval, vete acostumbrándote le dijo mientras le daba una palmadita en la espalda.

- Está vez sí que habías conseguido intimidarme, le respondió devolviéndole el abrazo.

- Prepárate entonces...

No entendía a qué se estaba refiriendo, pero se lo aclaró al momento.

- Para la que puedo organizar, cuando me digáis que voy a ser abuelo.

Llévame a la luna y abrázame en el caosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora