Llévame a la luna y abrázame en el caos

Capítulo 10 - Confesiones I

María

Drake había insistido en llevarla a casa, pero le había convencido de que volvería andando. Definitivamente necesitaba caminar. Tenía mucho que asimilar.

Después de su enfado y del horrible café, le había acompañado a su piso para estar un ratito más juntos, Drake tenía que terminar de prepararse para el viaje.

Cuando llegaron, Aitor había salido y los besos suaves que se habían dado en la cafetería pasaron a convertirse en besos llenos de ganas, de pasión. Y sin saber en qué momento, se vieron desnudos en la enorme cama de Drake, dejándose llevar otra vez, acariciándose despacio, sintiendo cada caricia. Bendita conexión pensó. Con cada movimiento se iban confesando lo que con palabras no podían expresarse y cuando terminaron de hacer el amor, se quedaron anclados el uno al otro queriendo alargar ese momento un poquito más.

Si Drake no se hubiese tenido que ir, se habrían pasado la mañana enredados entre las sábanas. Las ganas que se tenían eran tan primitivas, tan reales que no se podían controlar.

Pensando en cómo la había besado al despedirse, María caminaba de vuelta a casa acalorada.

Dios, como la hacía sentir Drake...

Cli Cli

Volvió a la realidad. Menos mal que nadie me lee la mente pensó sonrojándose.

- ¿Pero y estas vistas? El mensaje era de Sara.

Acababa de responder a la historia que había subido esa mañana. Con todo lo que había pasado se le había olvidado por completo. La verdad es que era una foto preciosa y al verla no puedo evitar sonreír.

Cli Cli

- María, ¡habla! esas vistas no son desde tu casa escribió Sara en el grupo de amigas.

- ¿Qué me he perdido nenas? Contestó Lola.

Cli cli

Cli cli

Cli cli

Puede que fuese el momento de hablar sobre Drake a sus amigas, no se lo iban a creer. Incluso a ella misma le estaba costando asimilarlo. ¿En qué momento había pasado todo esto?

- ¿Comemos mañana? dijo respondiendo al último emoticono de un gato furioso que Sara había enviado.

- A mi cuéntamelo ya escribió Lola.

- ¿En mi casa? ¿Cocinas tú? Le respondió Sara a María.

- ¿Carbonara?

Al escribir esto, María se echó a reír. Nunca una pasta quemada había salido tan rentable.

Siguió hablando de camino a casa con sus amigas, estaban intentando sacarle información, pero no sabía aún cómo contárselo. No quería sonar demasiado ilusionada y el problema era ese: lo estaba. Podía imaginar sus reacciones al día siguiente, la de Lola sería de alegría/incredulidad, y Sara le exigiría todos los detalles.

Drake

Le quedaba una hora de camino por delante. Llegaría sobre las 3, había pensado llegar antes, pero cierta mujer le había entretenido y si no fuese porque el viaje era para ver a su familia, se habría dejado entretener todo el día.

(Canción)

Entregaría mi vida para volver a nacer

Sanar todas las heridas de mi piel

Perdonarme todos los errores del ayer

Quiero encontrarme para reír otra vez

Y cógeme la mano y empecemos a volar