Capítulo 44 - En el aire

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María

La resaca emocional después de la fiesta de compromiso, le seguía durando una semana después, si ese día había sido insuperable, no se quería ni imaginar cómo se sentiría el día que finalmente se casase con Drake.

Mientras despachaba en la pastelería, escuchó como su madre se lo contaba con detalle a una de sus clientas.

- Mira, mira, alardeó enseñándole una de las fotos.

La verdad es que esa noche parecían la pareja perfecta, Drake con su esmoquin y su cabestrillo y ella con su increíble vestido satinado.

Tengo que enmarcar esa foto, se dijo a sí misma al verla.

- ¿Qué futuro yerno más guapo no?

Riéndose al escucharla, contestó ella misma.

- Es mucho más guapo en persona.

- ¿Quién, yo? Preguntó Fran saliendo del obrador.

- ¿Quién si no? Le respondió Clara poniéndole ojitos.

Vaya dos... pensó riéndose ante el coqueteo de sus padres.

Llevaba varios días ayudándoles en la pastelería, era la previa de carnaval y Drake le había dicho que no la necesitaba, que con una mano podía manejarse él solo para teletrabajar.

No sabía muy bien en qué estaba metido ahora, pero le había pedido que confiara en él, que las cosas habían cambiado y que si estaba trabajando mientras se recuperaba, era porque lo que estaba a punto de conseguir, iba a merecer la pena.

Y ella, había decidido confiar, aunque tenía miedo de que volviese a sumergirse por completo entre sus números, tenía la esperanza de que después de lo que habían pasado, Drake se hubiese dado cuenta de que hay vida más allá.

- ¿Cenamos mañana? Le preguntó su madre mientras la veía ponerse sus orejeras.

- Hemos quedado con los chicos, aunque aún no sé cuál es el plan, la respondió con una sonrisa.

- Entonces la próxima semana si queréis cariño, pero antes de que os vayáis ¿vale?

- ¿Es una locura verdad? Irnos a Marrakech, con Drake en proceso de recuperarse... la confesó preocupada.

Se moría de ganas, no podía negarlo, era su viaje soñado, pero la angustiaba pensar que se irían sin que Drake estuviese bien del todo y ese pensamiento, nublaba la felicidad que sentía.

- Te tiene a ti para cuidarle tonta, respondió su madre intentando que dejara de preocuparse.

- Es tan cabezota... añadió suspirando mientras salía por la puerta.

Su madre la sonrió asintiendo ante esa afirmación.

Mi cabezota, se repitió a sí misma de camino a buscarle.

Drake

Estaba hablando por teléfono con Poli cuando María llegó de la pastelería.

Su plan maestro para crear su propia empresa estaba empezando a tomar forma y no podía sentirse más feliz.

Después del accidente, cuando habló con su jefe, llegaron a un acuerdo, en cuanto se recuperará se sentarían a hablar, Poli no quería perderle, pero él quería más y estaban en proceso de decidir qué camino tomar para ambos salir beneficiados.

Él lo tenía claro, no solo quería ser accionista, quería ser parte de algo más grande y estaba dispuesto a lograrlo.

Pero en cuanto vio a María, le colgó, no volvería a cometer el mismo error.

Llévame a la luna y abrázame en el caosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora