Llévame a la luna y abrázame en el caos

Capítulo 11 - Confesiones II

María

Para no haber salido de casa, la tarde había sido agotadora. Conocía su ansiedad o al menos eso creía, así que sabía que procrastinar no era una buena opción, por eso siempre intentaba adelantarse dos pasos en su trabajo, el evento era esa semana y solo quería terminarlo y despreocuparse.

Después de cenar una maravillosa tortilla de su madre decidió que por hoy había tenido suficiente. Se tumbó en el sofá con una película romántica de fondo y dos minutos después estaba dormida.

Cuando Fran la vio en el sofá, la arropo con una manta como hacía cuando era pequeña y la dejó descansar.

Drake

La cena se había alargado, Tomás, el novio de su madre le había caído bien, quería a su madre y Jana se dejaba querer. ¿Sería capaz de hacer lo mismo?

Habían cenado en un restaurante de comida tradicional. Leo se había pasado toda la cena hablando de fútbol y contándole a su hermano cómo llegaría a ser jugador profesional.

Era increíble la fe que ese crío tenía en sí mismo.

Ojalá tenerla yo pensó.

Pero no era así... Se recordó a sí mismo con la edad de Leo. Por aquel entonces aún tartamudeaba y solo tenía un amigo, Lucas. Lo único que hacía era estudiar. No podía permitirse decepcionar a su padre. Y por muy bien que lo hiciera, nunca parecía suficiente.

Al llegar a casa, escribió a María, la noche anterior la tenía entre sus brazos y al tumbarse en la cama no pudo evitar añorarla. No sabía lo que estaba haciendo, pero estaba empezando a tener claro que no lo podía parar.

Drake y María

Cli Cli

Era un mensaje de María.

- ¿Te puedes creer que he dormido en el sofá?

- ¿Te llamo?

- Dame 10 minutos, voy a la ducha respondió María.

- ¿Me invitas? Escribió Drake.

No era el mejor momento para pensar en ducharse con María. Solo había pasado un día y le estaba pareciendo una eternidad.

- Ven, pero creo que la ducha duraría un poco más contestó María añadiendo un guiño.

- Llego sobre las 9...

- ¿Es una declaración de intenciones?

- Sin duda.

María se duchó en menos de un minuto. Se moría de ganas de seguir la conversación subida de tono con Drake.

- Creo que te has dado la ducha más corta de la historia, le respondió Drake riéndose al coger el teléfono.

- Es porque me faltaba compañía contestó María con un tono que le dejó embobado.

- Llegó a las 8.

- Me va a costar esperar...

María

Estaba en la puerta de casa de Sara cuando le envió un mensaje a Drake.

- Deséame suerte, voy a hablarle a mis amigas de ti. Nos vemos a las 8, ten cuidado. Y un emoji de un beso.

- Yo he decidido no leer el grupo con estos, Aitor se lo contó en cuanto salimos por la puerta. Suerte pequeña, nos les hables muy mal de mí. Contestó Drake.

María cogió aire, llamó al timbre y se mentalizó del millón de preguntas que le harían sus amigas.

- Desembucha ¡ya! Dijo Lola al abrir la puerta.