Capítulo 45 - Otro mundo

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Drake

Había contratado un "taxi" para que les llevase directamente del aeropuerto al Riad, por más que intentó conseguir vuelos de día, no los encontró, así que llegaron a su destino ya entrada la noche y contratar alguien que les llevase hasta el alojamiento le pareció la mejor opción.

"Señores Galé" ponía en el cartel del hombre que les estaba esperando para llevarles.

- ¿Así que soy la señora de Galé? Le preguntó María intentando no reírse.
- Te prometo que no ha sido cosa mía, pequeña, la respondió con una sonrisa.

Aunque sabía que era una tradición antigua utilizar el apellido del hombre, le gustó como sonaba.

Un repentino entusiasmo le invadió al verlo, qué ganas más tontas le habían entrado de convertirse finalmente en su marido...

Quién me ha visto y quién me ve - pensó ayudando a María a colocar en el maletero su
"pequeño" equipaje.

De camino al Riad, no le dio tiempo a fijarse en absolutamente nada de lo que tenía a su alrededor, el taxista conducía a tal velocidad, que, si hubiese cenado algo en el avión, probablemente hubiese terminado mareado.

Esos giros de volante no pueden ser legales, pensó para sí mismo.

Parecía que seguir las normas de circulación no era uno de los puntos fuertes de Marrakech, así que cuando el coche finalmente paró, lo agradeció.

- Desde aquí, tendrán que ir andando, les dijo el hombre para su sorpresa.

María le miró desconcertada, pero se bajó.

La cara que puso su prometida al ver donde se encontraban, fue digna de una foto.

Pero la que puso el acto seguido al bajar, no se quedó atrás, no se podía creer lo que estaba viendo, acababan de llegar a otro mundo y el taxista, que tardó medio segundo en arrancar, les había dejado tirados en mitad de la nada, en una calle sin luz y sin ni una sola señal que les indicase qué camino debían tomar.

María estuvo rápida y siguiendo las indicaciones del GPS de su iPhone, lograron llegar al Riad, eso sí, de la forma más surrealista posible. Durante el camino a pie tuvieron como acompañante un simpático burro que campaba a sus anchas por las calles de la ciudad...

- ¿Parece otro mundo verdad? Le preguntó María leyendo sus pensamientos.

Otra dimensión, pensó mirándola incrédulo.

María estaba emocionada con la aventura que habían vivido y le dejó claro con una sonrisa, que se moría de ganas por recorrer cada rincón de la ciudad caótica a la que acaban de llegar.

Esto ha sido idea tuya, se recordó a sí mismo intentando recuperarse del choque cultural que no podía evitar sentir.

María

Se había pasado la semana anterior informándose sobre qué ver y qué hacer en la ciudad más visitada de Marruecos, así que estaba mentalizada del cambio de mundo en el que se iban a sumergir al llegar, pero Drake...

Su cara lo decía todo.

Le conocía y sabía que se estaba arrepintiendo de haber ido antes de empezar a disfrutar.

- Mañana lo verás todo con otro ojos amor, le dijo dándole un beso antes de acurrucarse en sus brazos.
- Ojalá, él respondió medio dormido. Ojalá.

Al levantarse y asomarse por la ventana, vio que la ciudad de día, cambiaba por completo.

Los colores de las pequeñas casas que había a su alrededor eran espectaculares.

Llévame a la luna y abrázame en el caosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora