Capítulo 22 - Tú eres la razón

62 12 17
                                    

María

Al abrir los ojos, lo primero que vio fue su vestido rojo tirado en el suelo. Sonriendo, recordó como Drake se lo había quitado lentamente la noche anterior. Justo al lado, estaba su camisa, no estaba segura de que todos los botones hubiesen sobrevivido, porque ella no se tomó con tanta delicadeza desnudarle, las ganas primitivas que tenía de él, hicieron que tardase un segundo en quitársela al llegar de cenar.

Jamás olvidaría esa noche.

No fue por cómo hicieron el amor al regresar al hotel. Lo que la hizo inolvidable fue todo lo que Drake le había contado mientras paseaban, después de cenar frente al mar, en la terraza del gran casino de la ciudad.

Tumbada en la cama, recordó cada detalle de la conversación.

- No sé si es el momento... había comenzado a decirla Drake. Pero después de lo que pasó ayer, necesito hablarte sobre ello.

- Drake... le había susurrado ella sosteniendo su mano. Solo quiero saberlo, si tú me lo quieres contar.

- Eres la única persona a la que he querido contárselo pequeña - respondió él.

Abriendo su corazón y dejándola entrar, le habló primero sobre su padre, sobre cómo sus malas decisiones y sus vicios habían acabado llevándoles a la ruina y sobre cómo luchaba cada día para no parecerse a él. Pero a la vez, le explicó, que a cada paso que daba desde que él murió, se obligaba a cumplir con las expectativas que siempre le había exigido.

Jamás le había permitido fallar y vivía con el miedo de no conseguir estar a la altura.

Al escucharle, intentó disimular las punzadas de dolor que le estaban suponiendo aquellas palabras y no sabía si lo estaba logrando.

Pero Drake continúo, le habló también de cómo esto había hecho que se encerrara en sí mismo y de cómo había creado así, su zona de confort.

En ese momento, sintió que el corazón se le iba a salir.

Tenías tantas preguntas que hacerle, pero al ver sus ojos cristalinos llenos de lágrimas, que en ningún momento dejó salir, entendió que el paso que acababa de dar, al contarle todo esto, ya había sido más que suficiente.

- No digas nada, por favor le pidió al terminar. No pretendo escudarme en todo esto para justificar el ser como soy, pero solo quiero que entiendas, le dijo parándose para mirarla a los ojos, que lo que nos está pasando, está cambiando mi perspectiva de absolutamente todo y créeme, nada antes de ti lo había conseguido.

Cómo Drake la había pedido, no dijo nada. Solo siguió a su lado mientras le veía recuperarse de todo lo que le acababa de contar.

Caminando de su mano pensó en que hay infinitas formas de demostrar lo que sientes por una persona y él, confiando ciegamente en ella, se lo acababa de demostrar.

Solo esperaba, de ahora en adelante, poder seguir cambiando su perspectiva, hasta hacerle ver algo que ella también estaba intentando aprender:

Nunca eres más fuerte que cuando empiezas a creer en ti mismo.

Drake

- Pensé que no te ibas a despertar nunca le dijo a María saliendo de la ducha.

Cuándo salió, la vio tumbada en la cama, acurrucada sobre la almohada, perdida en sus pensamientos.

Le encantaba mirarla cuando estaba tan distraída.

- Estoy completamente indignada le respondió al verle mientras se tapaba con las sábanas.

Se acercó a su lado esperando una explicación a su repentina indignación.

- No me has esperado para la ducha...

Llévame a la luna y abrázame en el caosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora