María
Estaba sentada en su sillón rosa, buscando restaurantes para cenar al día siguiente en Roma, cuando pensó en lo fácil que había sido adaptarse a su nueva "vida".
Aún no tenía ningún evento programado en su trabajo, así que había invertido sus mañanas, desde que Drake había vuelto a trabajar, en ayudar a sus padres en la pastelería con los roscones del día de Reyes y en su novela, que por fin estaba empezando a coger forma, aunque seguía sin encontrar el momento perfecto con el que empezar...
Solo ella podía escribir una historia sin tener claro cómo sería el principio, pensaba mientras escribía sus recuerdos.
Esa tarde, había quedado con sus amigas, llevaban sin verse desde Nochevieja y aunque no habían pasado ni 10 días, ya las echaba de menos.
- ¿A las 6? Preguntó Lola por el grupo del equipo de remo. Tengo vuestros regalos.
- Llevo roscón de nata les respondió con un emoji de un guiñito.
Había comido roscón para desayunar todos los días durante la última semana, pero no se iba a resistir a comer un poquito más.
- Menos mal que es la última celebración de Navidad, o voy a explotar, escribió Sara.
Mirando el reloj con el que la había sorprendido su chico la noche de reyes, se dio cuenta de que ya casi se había pasado la mañana.
Cada vez que se sentaba aquella habitación rodeada de sus libros, el tiempo parecía volar.
Drake
Desde que se había incorporado de las vacaciones, el ritmo en la oficina había sido frenético, Poli le había sorprendido con más trabajo a su vuelta, tenía que preparar una operación que haría ganar a la empresa una cantidad indecente de dinero y le necesitaba con los cincos sentidos puestos en cada movimiento, hasta que lograse cerrarla.
Así que, ir a comer a casa con María, le permitía desconectar, aunque solo tuviese media hora.
Le encantaba comer con ella y la diferencia entre comer en casa cada día y comer en un restaurante, era abismal.
No cambiaría esa nueva rutina por nada del mundo o eso creía...
- ¿Eres consciente de que mañana estamos en Roma amor? Le preguntó María mientras comían el salmón al horno que había preparado.
- Aún no me lo creo pequeña respondió cogiéndole la mano.
Se lo decía completamente en serio, le costaba creer que en unas horas conocería la ciudad con la que había soñado durante tanto tiempo.
- Pues deberías empezar a creértelo le dijo con una sonrisa.
- ¿Cómo va tu "pequeña" maleta? Pregunto haciendo énfasis en él pequeña para intentar picarla.
María puso los ojos en blanco.
Cómo le gustaba sacarla de quicio.
- Al menos mi pequeña maleta está preparada, contraatacó riéndose.
Touché, no había tenido tiempo de preparar la suya, la dejaría organizada esa tarde, cuando volviese de entrenar con Mario.
La media hora que tenía para comer, había pasado demasiado deprisa, así que, despidiéndose con un largo beso de María, la prometió, que, por la noche, cuando volviese de estar con sus amigas, tendría preparada la cena.
No sabía el motivo, sería por el subidón de energía que le producía saber que mañana volaría en avión por primera vez, pero le apetecía cocinar o al menos, intentarlo.
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Llévame a la luna y abrázame en el caos
RomanceYA DISPONIBLE EN FÍSICO - A TRAVÉS DE MÍ o A TRAVÉS DE AMAZON ♡ Llévame la luna y abrázame en el caos, es la forma que tienen María y Drake de decirse que estarán ahí, el uno para el otro, en lo bueno y en lo malo. ¿Cumplirán esa promesa? Hay histo...