30. Lucha, Pelea y Gana

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Fuera del repentino conocimiento de los alrededores del rancho de que de alguna manera estaba comprometido, Shouto iba a tener un ataque de pánico. Sabía que su padre de vez en cuando tenía juntas con sus socios respecto al trabajo, pero ahora estaban más interesados en su inminente boda.

– Te dije que íbamos a casarnos – Katsuki no ayudaba susurrando en su oído.

Desconocía por qué Shinsou y Kirishima estaban ahí. Tal vez como discípulos de los demás ranchos estuvieran tanteando terreno. Cuando Shouto decía que era asocial y no tenía amigos más que a los animales, quizá dramatizaba un poco. No es que le tuviera mucha confianza a los aprendices de los ranchos, pero bueno, iban a ser sus futuros socios y tenía que hablar con ellos le guste o no.

Resulta que se corrió el rumor gracias al idiota de Shigaraki, y ahora todos pensaban que se iba a casar con un niño. Y en vez de verlo repulsivo, se encontraba con felicitaciones. Shouto perdía la fe en la humanidad nuevamente. Lo peor es que tenía cosas más preocupantes en qué pensar, como su examen de ingreso a la universidad, que sería en 3 días.

Estaba muerto. No tenía las de ganar en ningún lado. Ni en la escuela, ni en su familia, ni con el ganado. Muerto y nada más. Arderá en el infierno.

– No me toques, imbécil – De nuevo la voz de Katsuki llamó su atención y detuvo el tren de pensamientos. Pero no se lo decía a él, se lo decía a Shinsou.

Shinsou tenía la mano levantada, un poco roja después del manotazo que Katsuki le había dado. Su rostro no cambió, era el mismo rostro aburrido y con ojeras pero en su mirada había un reflejo de curiosidad e interés.

Kirishima observaba también la interacción con extrañeza. Hasta él tenía sus límites al invadir el espacio personal ajeno. Y por primera vez, Shinsou mostraba interés en algo que no fuera el gato de su rancho.

– Eres bonito – Dijo sin ninguna expresión ni emoción. Más como un comentario. Katsuki rodó los ojos.

– Dime algo que no sepa.

Shinsou abrió la boca, pero Shouto habló primero.

– ¿Les importa si me retiro y me llevo a Bakugou? – Preguntó con seriedad – Necesito estudiar para mi examen de ingreso.

– ¡Oh! Es verdad, viejo – Fue como si Kirishima recordara algo importante – Adelante, tienes todo nuestro apoyo, chico universitario – Le dio su mejor sonrisa, un pulgar en alto y le guiñó el ojo.

– Gracias, supongo – Miró a Katsuki y este se levantó del sofá, sin dirigir palabra ni mirada a nadie. Siguió de largo pasando a Shouto, y solo después se retiró caminando detrás de él.

El día anterior a su examen, Enji consideró una buena idea que su hijo menor viera la ciudad

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El día anterior a su examen, Enji consideró una buena idea que su hijo menor viera la ciudad. Tenía confianza en él para prestarle uno de los automóviles y que diera un recorrido para familiarizarse en caso de que quedase seleccionado en el examen.

Amor de RanchoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora