Bakugou Katsuki nunca quiso salir de la ciudad, pero según su madre no había nada mejor para un mocoso como él que un verano en el rancho; donde aprendería humildad, trabajo pesado, entre otras cosas. Y lo más importante, estaría lejos de ella y su...
Katsuki era una bomba de sorpresas. Y para Shouto, siendo alguien que no le gustaban las sorpresas, le resultaba curioso como le atraía el chico rubio. Era completamente diferente a él. Hablaba fuerte, no se callaba lo que pensaba, y siempre tenía algo qué decir. Shouto era reservado y callado la mayor parte del tiempo, no le gustaba relacionarse con personas, ni siquiera de su propia familia.
Tal vez pasó mucho tiempo rodeado de animales para no saber sus gustos en personas exactamente, pero fuera como fuera, Katsuki Bakugou era alguien que le atraía tanto físicamente como no físicamente.
El problema en sí radica en que Shouto no es una persona que enfrente sus problemas. Si le gustaba Katsuki, bien; hasta ahí llegaba el punto. No tenía esperanza en ser correspondido y mucho menos pondría esfuerzo para serlo. Dios sabe qué él no entiende el significado de la palabra coquetear como para emplearla.
Y aún así, de algún modo se las arregló para que Katsuki también se sintiera atraído por él. Tal vez demasiado bien. Convertirse en matrimonio no era algo que hubiese pensado así que le dio un poco de miedo cuando de la nada parecía que estaba comprometido.
Además, recién se entera por Katsuki que su papá de este ya sabe o sospecha de que alguien quiere aprovecharse de su hijo, su hijo menor de edad. Este era precisamente el problema que Shouto quería evitar en primer lugar y no le funcionó.
Parecía que el destino estaba en contra de que él y Katsuki no estén juntos. Lo pone en situaciones comprometedoras con él, hace que su poco encanto campesino atraiga a un chico rico de ciudad, y para colmo termina en un compromiso que no se puede romper en voz alta o ese cabrón de Shigaraki vendrá a joder con que vendan el rancho y Shouto sabe que su padre hizo un juramento a su abuelo de que no perdería ni un solo pedazo.
Él todavía no era dueño del rancho, pero en su mente ya le prometió a sus padres que tampoco dejaría que nadie se lo arrebatara. Ha sido de los Todoroki desde mil ochocientos y algo, casi 3 siglos perteneciendo a un solo apellido no se irían al traste por ningún hombre en traje.
Fuera como fuera, si quería enfrentarse a los hombres en traje, para su desgracia debía convertirse en uno. Por mucho que odiara la idea, se inscribió en la universidad, bueno, en el examen de admisión. Sabe que debe estudiar, o en todo caso, repasar lo que era probable que aparezca, ya que tiene buena memoria. Pero desde hace más de un año que no sabe nada de la escuela, está perdido.
Fuyumi enseña a niños de primaria, descartada; Natsuo estudia un atareado último año de veterinaria, descartado; y pues Touya... Absolutamente descartado. Ni cómo pedirle ayuda a sus padres porque con suerte terminaron la escuela superior.
Pero por fortuna, o desgracia, dependiendo de cómo se vea el punto, hay cierta persona que todavía está fresco en cuanto a los temas que probablemente se vean en el examen de admision. Shouto no era una persona orgullosa por lo que pedir ayuda no representaría un problema. El problema es que Katsuki le gusta, y mucho.
Además, lo había estado evitando, cosa que Katsuki odiaba. Shouto solo era cobarde, no tenía planeado que eso enojara al rubio. Fue como un el que no arriesga no gana, pero no sé arriesgó y por ende no ganó. Ahora, intentando que todo lo que rodea a su "relación" no ponga las cosas más difíciles, debe pedirle ayuda tragándose su miedo y vergüenza.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.