– Bien supongo que es todo – Los despidió Enji en la puerta.
– Me hubiese gustado despedirme de Katsuki.
– No te preocupes, querido. Sabes que el mocoso es un niño mimado. De seguro te hará video-llamadas cuando se sienta solo.
– Eso espero...
– Descuiden, su hijo estará en buenas manos – Habló Rei – Fuyumi ha ido por él, no debe haber ido lejos. Le diremos que les llame en cuanto vuelva.
– Muchas gracias – Respondieron Masaru y Mitsuki al unísono.
– Que tengan buen viaje – Dijo Enji.
La pareja les dio una última mirada antes de irse hacia la limusina y no atrasarse más o perderían su vuelo. Enji y Rei les despidieron con la mano mientras que desde la ventana los veían sus 3 hijos varones.
– No sabía que el rancho también era hotel.
– Cálmate Touya. Sabes que al viejo no le gusta deber favores.
– Sí, eso explicaría al niñato que tendremos todo el verano.
– Seamos pacientes, debe de estar incómodo también. Es un niño de ciudad, apuesto a que no ha tenido contacto con una vaca en toda su vida.
– Pff, patético.
Shouto permanecía callado pero escuchando. Sus padres le comentaron que aquel muchachito rubio malhablado, iba a estar con ellos más de un mes.
No le gustaba. Nunca le ha gustado la gente nueva. Tardó mucho tiempo en acostumbrarse a Inasa, el ayudante que su padre había contratado.
¿Cómo iba a tolerar a un niño mimado con la boca llena de groserías? Ya tenía experiencia con ellos, y a veces llegaban a ser muy crueles.
– Está bien, Katsuki-kun, puedes ir al baño a lavarte.
La voz de su hermana mayor lo sacó de sus pensamientos al mismo tiempo que callaba la discusión de sus hermanos. Fuyumi entró seguida del rubio que tenía la ropa sucia.
– ¿Qué pasó? – Preguntó Natsuo. Fuyumi los miró con preocupación pero el chico seguía con el ceño fruncido y la mirada hacia abajo.
– Se metió sin querer en los corrales de ganado.
Como 2 hombres de rancho, Natsuo y Touya no pudieron evitar echarse a reír. Katsuki sintió que su cara ardía de vergüenza ante las burlas. ¿Qué iba a saber él que los toros le corretearían?
Shouto también se rio, pero disimuladamente. No emitió ningún sonido y se tapó la boca.
– ¡Cállense, bola de idiotas! – El grito de Katsuki detuvo las risas. No esperaban una contestación.
Los 3 hermanos hombres se vieron entre ellos antes de dirigir su atención de nuevo hacia el rubio. No se volvieron a reír, en su lugar mantuvieron los rostros serios y entrecerraron los ojos. Katsuki se sintió ligeramente intimidado, pero Fuyumi le tomó de la mano.
– Anda, estás muy sucio. Te llevaré al baño.
Katsuki no tenía ni una hora en ese rancho apestoso y ya lo odiaba. Ojala tuviese señal en el teléfono para hablarle a su papá y que lo saque de ahí cuanto antes.
– Esperemos que el baño principal sea lo suficientemente elegante para ese niñato – Escuchó el murmuro de uno de los hermanos. No supo de cuál.
– No los escuches, Katsuki-kun. Yo soy la única hermana, así que ya te imaginarás lo que vivo – Bromeó Fuyumi, intentando hacer a Katsuki hablar.
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Amor de Rancho
FanfictionBakugou Katsuki nunca quiso salir de la ciudad, pero según su madre no había nada mejor para un mocoso como él que un verano en el rancho; donde aprendería humildad, trabajo pesado, entre otras cosas. Y lo más importante, estaría lejos de ella y su...