Amor de Rancho

20. A través del Trauma

Katsuki se quedó sin ideas. Preguntarle a Shouto las cosas que no le gustaban de él provocó más enojo que antes. Claro, él también le hizo ver al bicolor que era detestable y que lo que más quería era que cambiara, pero ya van 2 días y Shouto sigue siendo el mismo de siempre. Katsuki sentía que su frustración no podía llegar más lejos pero no quería tentar a su suerte.

Necesitaba nuevamente consejo, por lo que avisando a sus amigos y creando un horario donde los 3 estuvieran despiertos, volvió a organizar una video-llamada grupal urgente. Momo le contestó casi de inmediato y como siempre, esperaron que a Denki se le hincharan las pelotas para coger la llamada.

– ¿Ahora qué? – Preguntó dejando en claro que se levantó de mal humor. Antes de que Katsuki pudiera responder, la chica se adelantó.

– Esto tiene qué ver con el chico que te gusta, ¿no es así? – Las mejillas se le calentaron, frunció el ceño pero no dijo ni hizo nada para negarlo – Dios, ¿ya lo echaste a perder, no es cierto?

– ¡Yo no he hecho nada!

– Lo sabemos, tú nunca haces nada – Respondió Denki mientras bostezaba – Todos los demás son idiotas salvo tú, todos están mal salvo tú. ¿Qué hizo él entonces?

Katsuki casi gruñe pero lo evitó, simplemente apretó la mandíbula mientras pensaba en lo que diría a sus amigos. Al final, con un respiro hondo que hasta cerró los ojos, lo soltó.

– Me llamo clasista intolerante con mal genio – Momo y Denki hicieron una mueca, confundidos por no entender qué había con eso.

– ¿Y qué? No es la primera persona que te llama así – Puntualizó Momo. Y era verdad, pero Katsuki nunca se molestó por eso, simplemente los pasaba de largo.

– Sí, pero... las otras no me... gustaban – Dijo Katsuki casi en un susurro, pasando de la molestia a la vergüenza ante la realización de sus palabras.

– Bien, admitiste que te gusta, es un primer paso – Denki comentó alegremente a través de la pantalla mientras Momo asentía.

– No has pensado que tal vez, tú estás malinterpretando las palabras.

– No. Eso fue exactamente lo que me dijo.

– Pero me refiero a qué tal vez, dijiste o hiciste algo que le diera esa impresión de ti, de manera no consciente. Del mismo modo, tú tienes impresiones de él que puede no sean correctas.

– En eso estoy de acuerdo con Yaomomo – Rápidamente se metió a opinar Denki – Quizá él te dice eso porque internamente busca alejarte porque no cree que sea suficiente para ti. Es decir, tú eres un millonario de la ciudad y él vive en un rancho rodeado de mierda de vaca. Tú lo quieres y él también, pero sabe que no podría darte la vida a la que estás acostumbrado.

– Wow, Denki-san, esas sesiones en terapia realmente han sido estupendas.

– Lo sé, lo sé – Denki se pavoneó.

Katsuki se mantuvo pensando en las cosas que para él no fueron obvias pero para sus amigos sí. Por eso era bueno hablar con otras personas que no estén directamente involucradas en el asunto, porque te daban puntos de vista diferentes a alguno que te dé alguien que sí sabe –ejemplo claro, Fuyumi–. Para sus amigos, Shouto seguía siendo solo ese chico.

– Tienes razón – Terminó aceptando después de una larga pausa – No es por mí, es por él. No me percaté de lo torturado e infeliz que está y eso... Eso me hace sentir mejor.

Denki y Momo se miraron entre ellos de la pantalla mientras apretaban los labios sin saber qué decir. Si eso era lo que a su amigo le hacía sentir mejor, ¿Quiénes eran ellos para detenerlo?