12. Alameda Slim no es el único que roba Vacas

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El canal de TikTok de Katsuki ahora contaba con más de medio millón de seguidores y sus videos superaban los 200,000 me gusta cada uno, sino es que más. Y eso que las vistas siempre son un número mayor al del me gusta.

Todo pintaba a ser un éxito, en especial ahora con la lista de reproducción titulada Cow Spa. La cual trataba de Katsuki haciendo sus sesiones de spa a los becerros que cuidaba. Todos los materiales que utilizaba eran aptos para ellos –para animales, pues– y orgánicos, incluso usando fruta algunas veces. Todo con la intención de no causarles molestias ni reacciones alérgicas.

A sus seguidores y no seguidores les encantó, pidiendo más contenido de sus bendiciones así como de sus rutinas de skincare. Katsuki estaba encantado, nunca fue fan de esta red social, pero ahora podía documentar su vida en el rancho y al volver a casa, su vida como niño privilegiado millonario que contaba con un vestidor enorme para formar mil outfits.

Vio que a la gente también le gustaba ese contenido. Así como cocinar, apuntes bonitos, entre otras cosas que Katsuki podría hacer y obtener mucha más gente siguiéndolo.

Ya tenía aproximadamente 2 semanas en el rancho Endeavour. Al principio le costó adaptarse, como a cualquiera en un lugar nuevo y que para variar tenía a chicos revoltosos molestándolo. Pero al final, Katsuki lo tomó como si fuera un campamento de verano.

En los campamentos de verano te quedabas en sitios peores sin tener siquiera tu propia habitación, y niños insoportables los había en todos lados; mejor aquí donde los papás de dichos mocosos les podía ver y regañar. Mejor aquí donde tenía muchos lujos y su propia alcoba.

Enji le explicó una noche que la razón por la que trabajaba no es culpa de su mamá. Sí, por increíble que pareciera, no fue idea de la bruja que trabajara hasta que sus manos le sangren. Si bien ella dijo esa frase y quería que trabajara duro, no era la responsable. Sino que fue su padre.

Mitsuki le dijo que trabajaría solo para asustarlo, en realidad ella les iba a pagar a Enji y Rei dinero para que cuidaran de él y se aseguraran de que estuviera bien; o sea, como un hotel. Holgazanearía todo lo que quisiera y solo iría a comer cuando tuviera hambre, sin necesidad de pasar tiempo con la familia si no quería y menos cuidando animales.

Resultó que la idea de que participara en las actividades fue de su papá. Su excusa fue que algo de trabajo recreativo sería bueno para él, ejercitando cuerpo y mente, aprendiendo cosas nuevas así como nuevas experiencias que pudiera usar en un futuro. Es decir, y regresamos al punto, como un campamento de verano.

Fue así que el acuerdo se completó y en vez de recibir efectivo como Mitsuki lo planteó en un principio, la estadía de Katsuki se cobraría de todo lo que trabajara en el rancho. El rubio sintió la traición perforando su pecho, ¿Cómo pudo hacerle esto su queridísimo padre?

A la siguiente video-llamada lo encaró y gritando molesto le preguntó por qué nunca le dijo nada. Masaru explicó que era porque no quería que reaccionara así. Su madre de fondo solo le decía a su padre un "te dije que esto pasaría, debimos pagar su estancia ahí y punto".

¿Por qué tengo que trabajar para empezar? – Reclamó en la llamada, cada vez más molesto – ¿Qué no somos ricos?

No, no, no – Le dijo su papá con una sonrisa que intentaba ser gentil y no incómoda – Yo y tu madre somos ricos. Tú serás rico cuando nosotros muramos.

– No le digas eso, cariño – Susurró su madre – Todavía tengo en la mente el caso de los hermanos Menéndez.

Katsuki colgó la llamada y no les contestó de nuevo. Pero el tiempo en la cama le dio oportunidades de pensar y procesar la situación. Sí, estaba molesto, pero en realidad no fue tan malo, pudo haber sido peor. Al principio se disgustó de todo y hasta sus manos y pies le dolían, pero ahora se había acostumbrado y vuelto bueno para el trabajo.

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